“No hay nada más preocupante para EIIL (Daesh, en árabe) que la cooperación entre “Occidente” y el mundo musulmán, porque desafía la idea de un choque de civilizaciones que el grupo trata de revivir”, escribe Mogherini en un artículo publicado hoy martes en el diario británico The Guardian.
No hay nada más preocupante para EIIL (Daesh, en árabe) que la cooperación entre “Occidente” y el mundo musulmán, porque desafía la idea de un choque de civilizaciones que el grupo trata de revivir", escribe Mogherini.
La responsable de la política exterior de la Unión Europea (UE) retoma así el proceso de diálogo de civilizaciones, lanzado por la Presidencia iraní en 1998 como propuesta alternativa a las teorías de los neoconservadores y sionistas estadounidenses de “choque de civilizaciones”.
Mogherini hace en su artículo una defensa razonada del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) acordado el pasado 14 de julio entre representantes iraníes y del Grupo 5+1 (Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), además de ella misma.
Tras aludir a las “alentadoras” imágenes de jóvenes celebrando el acuerdo en las calles iraníes, la diplomática europea justifica lo prolongado de los arduos diálogos —22 meses— “precisamente porque queríamos y necesitábamos un acuerdo fuerte, que pueda resistir al escrutinio en todas partes y a través del tiempo”.

Los europeos tenemos una larga tradición de relaciones culturales y económicas con Irán, recuerda la máxima diplomática de la UE.
La tarea actual de Mogherini en relación con el JCPOA es coordinar la comisión conjunta prevista para supervisar la aplicación del acuerdo, que presenta como “la razón inmediata por la que viajo hoy a Irán”, escribía horas antes de llegar hoy martes al Aeropuerto Internacional de Mehrabad, en Teherán.
Pero la jefe de la Diplomacia de la UE ha recibido también el encargo —la semana pasada, por parte del conjunto de ministros de Exteriores del bloque europeo— de “explorar vías por las que la UE podría promover de forma activa un marco regional más cooperativo”.
En este sentido, recuerda que “los europeos tenemos una larga tradición de relaciones culturales y económicas con Irán”, y recalca que existen también intereses comunes “que van mucho más allá de la economía”.
Una alianza de civilizaciones puede ser nuestra arma más poderosa en la lucha contra el terrorismo, defiende Mogherini.
Sobre la amenaza del terrorismo takfirí de Daesh, promovido por Estados Unidos y sus aliados en Oriente Medio para derrocar al Gobierno sirio y remodelar las relaciones regionales en beneficio del régimen israelí, Mogherini insiste: “una alianza de civilizaciones puede ser nuestra arma más poderosa en la lucha contra el terrorismo”.

“El sectarismo está en auge. Necesitamos reiniciar procesos políticos para terminar guerras”, afirma la máxima diplomática de la UE, subrayando la necesidad de que “todas las potencias regionales vuelvan a la mesa de negociaciones y paren la carnicería”, y cita en concreto los casos de Siria, Yemen e Irak.
Mogherini llega a Irán tras pasar por Arabia Saudí, donde ayer lunes defendió el JCPOA y dejó claro que “la comunidad internacional y nosotros (la UE) pretendemos incrementar las inversiones en Irán y ampliar las relaciones con este país”, y defendió una solución política para la crisis siria.
El sectarismo está en auge. Necesitamos reiniciar procesos políticos para terminar guerras, propone la representante europea.
El proyecto de Diálogo de Civilizaciones —transformado después en Alianza de Civilizaciones— quedó debilitado por los aún controvertidos atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, y por el aprovechamiento belicista que hicieron de esos atentados Washington y Tel Aviv para sus destructivos proyectos de expansión militar en Oriente Medio y en otras regiones del mundo.
El mismo día de aquellos atentados, el hoy primer ministro del régimen israelí, Benyamin Netanyahu, declaró al diario The New York Times: “es muy bueno… bueno, muy bueno no, pero generará simpatía inmediata (…); fortalecerá el vínculo entre nuestros dos pueblos” (el estadounidense y los ocupantes sionistas de Palestina).
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