Esta retórica, según el Grupo Internacional de Crisis, busca criminalizar a la población migrante. Las pandillas en Centroamérica nacieron luego de las masivas deportaciones de EE.UU. de finales de la década de los 90. El efecto fue un aumento de la violencia en esta región, experiencia que podría repetirse con la actual Administración.
El “informe Violencia y Política Perpetua en El Salvador” preparado por el Grupo Internacional de Crisis, plantea un escenario adverso tras la decisión del Gobierno estadounidense de cancelar el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) que protegía de la deportación a más de 190 mil salvadoreños.
Para evitar ese escenario, este equipo de investigadores propone a los actores políticos del país preparar una estrategia de apoyo para los retornados.
El informe considera que EE.UU. está en la obligación de dar mayor apoyo financiero a El Salvador dada las turbulencias sociales y económicas que las deportaciones masivas amenazan con provocar.
Vladimir Chamorro, San Salvador.
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