El representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Qolamali Joshru, pidió el miércoles a la comunidad internacional más compromiso para acabar con el terrorismo, el intervencionismo, la ocupación y la limpieza étnica, entre otras amenazas que afectan al mundo, para facilitar la eliminación de la trata de personas.
Joshru formuló estas afirmaciones durante el debate abierto del Consejo de Seguridad (CSNU) sobre la trata de personas, la esclavitud moderna y el trabajo forzado en situaciones de conflicto.
La ocupación, la guerra, la inestabilidad política, el terrorismo, el genocidio, la limpieza étnica y la agresión extranjera crearon condiciones que obligaron a millones de personas a desplazarse en sus propios países o buscar refugio en el exterior, convirtiéndolos vulnerables de la trata de personas", adujo el representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Qolamali Joshru.
Para el diplomático persa, los conflictos mortales y las "guerras de desgaste" que azotan Oriente Medio y el Norte de África han propiciado "la formación de grupos armados, terroristas y redes transnacionales de delincuencia, lo que ha llevado a un aumento de la trata de personas".
"La ocupación, la guerra, la inestabilidad política, el terrorismo, el genocidio, la limpieza étnica y la agresión extranjera crearon condiciones que obligaron a millones de personas a desplazarse en sus propios países o buscar refugio en el exterior, convirtiéndolos vulnerables de la trata de personas", adujo.
Además, advirtió contra el incremento de la violencia causada por grupos terroristas que consideran a los civiles, en particular a las mujeres y los niños, como un recurso o mercancía, como es el caso del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
A su juicio, el tratamiento dado por Daesh a los refugiados podría equivaler a genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad por ello pidió al CSNU y a los Estados miembros que aborden las causas profundas del contrabando humano y protejan los derechos de los refugiados y los migrantes reforzando las leyes vigentes contra todos los actos ilegales, especialmente los delitos racistas y xenófobos.
Minutos antes de que interviniera Joshru, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se dirigió a los participantes diciendo que 21 millones de personas en todo el mundo se enfrentan a trabajos forzados y explotación extrema, mientras que los responsables cosechaban ganancias anuales estimadas en 150.000 millones de dólares.
Yury Fedotov, director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, también denunció el contrabando humano al decir que los responsables de estas organizaciones delictivas ven una oportunidad de negocio clara, de bajo riesgo y alta recompensa en las zonas de conflicto.
mep/ktg/msm/hnb