Hace pocos días, el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció su polémico, ilegal y parcial “acuerdo del siglo”, supuestamente para poner fin al conflicto israelí-palestino, pero, en realidad, apoya al régimen de Israel: se trata de una iniciativa que ignora todos los derechos de los palestinos, incluido su derecho a formar un Estado con Jerusalén como capital.
Además, de concretarse, Al-Quds pasaría a ser la capital de Israel, y ese régimen obtendría la soberanía sobre el Valle del Jordán y los ilegales asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada.
En declaraciones hechas este domingo, el presidente del consejo político del Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Ibrahim Amin al-Seyed, ha aseverado que el llamado “acuerdo del siglo” es una conspiración que Estados Unidos e Israel tramaron hace varios años, pero que no pudieron implementarlo, gracias a los esfuerzos del fundador de la República Islámica de Irán, Imam Jomeini (P).
“Querían establecer el acuerdo del siglo tras las (supuestas) victorias en El Líbano e Irán después de la guerra (impuesta) por Irak, así como el derrocamiento de Siria”, objetivo que en tres ocasiones se vio fracasado, pues el frente de Resistencia no perdió ninguna de estas guerras, ha dicho Amin al-Seyed.
Para Amin al-Seyed, ese complot fue pospuesto por 40 años debido a los intentos del Imam Jomeini después de la victoria de la Revolución Islámica (1979). El fundador de la República Islámica “dio un plazo de 40 años al mundo para que reconsidere sus ecuaciones y se posicione correctamente para enfrentar el plan israelí-estadounidense”, ha agregado.
Al ver fracasados sus objetivos, ha proseguido, Washington y el régimen israelí, 40 años más tarde, se vieron obligados a “imponer este plan (…) en ausencia del lado palestino”, lo que “demuestra su derrota y su incapacidad”.
En otro momento de sus declaraciones, ha resaltado el papel de la Resistencia libanesa para impedir la materialización del “acuerdo del siglo”.
El Imam Jomeni declaró en agosto de 1979, el último viernes del mes de Ramadán (el noveno mes del calendario lunar) como el Día Mundial de Al-Quds, en un intento por detener el plan de eliminar Palestina del mapa geográfico y reivindicar los derechos legítimos del pueblo palestino.
La causa palestina, en concreto la liberación de Al-Quds de las garras de ocupadores israelíes y la eliminación del régimen de Tel Aviv, siguen siendo, desde la victoria de la Revolución Islámica, una prioridad del país persa.
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