Las sanciones anunciadas este martes por el Departamento del Tesoro estadounidense afectan en parte a Meisam Emamyome, Seyed Asadolah Emamyome, acusados por Washington de ser responsable del envío de gas licuado y petróleo crudo iraní por un valor de cientos de millones de dólares a mercados extranjeros.
“Emamyome y su red intentaron exportar miles de cargamentos de Gas Licuado de Petróleo (GLP) —incluidos desde Estados Unidos— para evadir las sanciones estadounidenses y generar ingresos para Irán”, ha declarado el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, en el comunicado.
De acuerdo con la nota, también han sido agregadas 12 entidades a la lista de las sanciones de Estados Unidos bajos acusaciones similares.
La República Islámica de Irán y Estados Unidos han realizado dos rondas de negociaciones indirectas sobre el levantamiento de las sanciones y el caso nuclear iraní con la mediación de Omán, y programaron una tercera fase de los diálogos para el próximo sábado.
El canciller iraní, Abás Araqchi, dio cuenta el viernes de las “serias dudas” que tiene Irán respecto a las intenciones de Estados Unidos en los diálogos sobre el programa nuclear de Teherán.
Durante su primer mandato, el presidente estadounidense, Donald Trump, retiró a Estados Unidos de un acuerdo nuclear, sellado en 2015 y que limitaba el programa nuclear iraní a cambio de un alivio de las sanciones impuestas contra la República Islámica.
Teherán cumplió el acuerdo hasta la retirada de Washington, pero después empezó reducir sus compromisos con el pacto dado el incumplimiento de la contraparte.
En las nuevas negociaciones en curso, la República Islámica insiste en que el levantamiento de las sanciones debe generar beneficios económicos tangibles para el pueblo iraní y ha reafirmado que el derecho de Irán a enriquecer uranio es una línea roja.
Irán también ha subrayado que EE.UU. debe participar en negociaciones con seriedad y evitar dejarse influenciar por las presiones del régimen sionista, que busca obstaculizar el proceso.
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