A través de un comunicado emitido el domingo, el portavoz del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha señalado que Antonio Guterres ha condenado la muerte de civiles en Majdal Shams, en el ocupado Golán sirio, y expresado sus “más profundas condolencias” a las familias de las víctimas, deseando una “pronta recuperación” a todos los heridos.
“Los civiles, y en particular los niños, no deberían seguir soportando el peso de la terrible violencia que azota la región”, ha enfatizado el secretario general de la ONU.
Asimismo, Guterres ha instado a todas las partes involucradas a “ejercer la máxima moderación” para que eviten una mayor escalada, y señaló que los intercambios de disparos a través de la Línea Azul de separación entre los territorios palestinos ocupados por Israel y el Líbano deben cesar de inmediato.
“Todas las partes deben cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional. Las partes deben renovar urgentemente su compromiso de aplicar plenamente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) y volver de inmediato a una cesación de las hostilidades”, ha puntualizado.
Al menos 12 personas murieron y varias resultaron heridas el sábado tras impacto de un misil contra un campo de fútbol en la localidad de Majdal Shams.
El régimen de Israel se apresuró a responsabilizar al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) del ataque, acusación que rechazó rotundamente el movimiento libanés.
En un comunicado, Hezbolá afirmó que “La Resistencia Islámica no tiene absolutamente nada que ver con el incidente y niega categóricamente todas las acusaciones falsas al respecto”.
Algunos informes afirman que la explosión podría haber sido causada por un proyectil perdido disparado por el llamado sistema de misiles Cúpula de Hierro del régimen de Israel.
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