A través de un comunicado publicado el viernes con ocasión de la clausura del evento, que se celebró desde el miércoles en Los Ángeles (EE.UU.) y congregó más de 250 organizaciones que representan a trabajadores, inmigrantes, pueblos negros e indígenas y muchas otras comunidades en resistencia de la región de América Latina y el Caribe y la región de Norteamérica, los participantes aseveraron que “luchan contra un Imperio que se empeña en mantener la supremacía mundial”.
La colectividad participante en la cita subrayó que la idea de la supremacía mundial es una peligrosa ilusión que pone en peligro a la humanidad y al planeta, por lo que es necesario organizar grandes luchas para conseguir la victoria.
Los presentes en el encuentro regional denunciaron también la decisión del Gobierno del presidente estadounidense Joe Biden de excluir los países como Cuba, Venezuela y Nicaragua a la IX Cumbre de las Américas, afirmando que dicha medida demuestra cómo Washington pone sus intereses políticos y económicos por encima de los de otros pueblos.
🌎The People of the Americas have the Last Word: Final Declaration of the People’s Summit for Democracy
— People's Summit (@PeoplesSummit22) June 11, 2022
Humanity has no other choice but to fight. Our planet needs us, our people need us, and we will win!
Los Angeles, California#PeoplesSummit22
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“La exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua ya han convertido la cumbre de Biden en un desastre político; añadimos que esta exclusión no habla en nombre de la clase trabajadora y de la gente de conciencia de este país que desea la amistad y el diálogo con todos los pueblos de nuestro hemisferio”, se lee en el documento.
La Cumbre rechazó, además, el militarismo de Estados Unidos y el presupuesto millonario que designa para este objetivo, y les recomendó a las autoridades del país norteamericano que en lugar de prepararse para la guerra, satisficieran las necesidades humanas de su sociedad, en que 140 millones viven en la pobreza o cerca de ella.
De este modo, insistieron en que la Organización de Estados Americanos (OEA) debe ser disuelta, argumentando que se ha convertido en un instrumento la intervención, de lucha contra las fuerzas progresistas de la región y de legitimación de los golpes de Estado.
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