De acuerdo con un informe publicado el miércoles en la plataforma digital Bloomberg, funcionarios estadounidenses cuestionan algunas reacciones de Nueva Delhi a la operación militar que lleva a cabo Rusia en Ucrania desde el pasado 24 de febrero.
En concreto, el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Brian Deese, dijo que “hay áreas en las que nos han decepcionado las decisiones de China y La India, en el contexto de la invasión [de Ucrania]”.
Informó a los periodistas que Estados Unidos ha comunicado a La India que las consecuencias de una “alineación estratégica más explícita” con Moscú serían “significativas y a largo plazo”.
Mientras que EE.UU., Europa, Australia y Japón han impuesto sanciones económicas a Rusia en respuesta a la operación en Ucrania, La India no solo no ha emitido ninguna medida antirrusa, sino que ha continuado con las importaciones de petróleo ruso.
La reacción de Nueva Delhi ante la operación rusa está complicando su relación con la Administración estadounidense, que había puesto sus ojos en La India como un socio importante para contrarrestar la influencia china en Asia.
Esta semana, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, adujo que un alto funcionario estadounidense en un reciente viaje a Nueva Delhi “dejó claro a sus homólogos durante esta visita fue que no creemos que a La India le interese acelerar o aumentar las importaciones de energía rusa y otros productos básicos”.
Washington expresa ese deseo, pero el canciller indio, Subrahmanyam Jaishankar, recalcó el miércoles la importancia de los lazos de Nueva Delhi con Moscú. Rusia es un “socio relevante en una variedad de áreas […] estamos evaluando las implicaciones de la guerra de Rusia en Ucrania y decidiendo qué es lo mejor para nuestro interés nacional”, dijo el ministro ante el Parlamento indio.
Además de buscar petróleo ruso, India es el mayor comprador mundial de armas rusas. De acuerdo fuentes familiarizadas con el asunto, el primer ministro indio, Narendra Modi, explicó a Washington que Nueva Delhi no puede reducir su relación con Moscú, puesto que las armas rusas son más baratas que otras para contrarrestar los frentes de hostilidades que mantiene con Paquistán y China.
En este contexto, Estados Unidos, que apoya a Ucrania con armas y sanciones, está presionando a diversos países por su negativa a seguir sus pasos contra Rusia. En un caso reciente, el premier paquistaní, Imran Jan, denunció que Washington conspiró para destituirlo por visitar al presidente ruso, Vladímir Putin, horas antes de que este último anunciara la operación militar en Ucrania.
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