• El lanzador de misiles balísticos intercontinentales Yars avanza durante un desfile en la Plaza Roja de Moscú, 9 de mayo de 2015. (Foto: AFP)
Publicada: jueves, 3 de marzo de 2022 2:22
Actualizada: jueves, 3 de marzo de 2022 3:20

EE.UU. suspende la prueba de misil intercontinental para evitar que su acción sea “malinterpretada” por Rusia después de que Moscú movilizara a su fuerza nuclear.

El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ha ordenado al Ejército del país que pospusiera un lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental (ICBM), el llamado LGM-30G Minuteman III, después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, pusiera a las fuerzas de disuasión nuclear de Rusia en “alerta máxima”.

Es “un esfuerzo por demostrar que no tenemos intención de participar en ninguna acción que pueda ser malinterpretada”, ha anunciado a los periodistas este miércoles el portavoz del Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono), John Kirby, informando de la decisión adoptada.

Kirby ha argumentado que Estados Unidos no toma esta decisión a la ligera sino que suspenderá la prueba programada para esta semana “para demostrar que somos una potencia nuclear responsable”.

 

El presidente ruso colocó el domingo las fuerzas nucleares del Ejército ruso en un “régimen especial de servicio de combate” en respuesta a “declaraciones agresivas de los principales países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Estados Unidos y sus aliados de la OTAN no han logrado elevar sus propios niveles de alerta nuclear en respuesta a la acción de Rusia.

Kirby ha considerado la medida rusa un “paso peligroso” e “innecesario” en este momento de tensiones intensificadas.

“Reconocemos en este momento de tensión cuán crítico es que tanto Estados Unidos como Rusia tengan en cuenta el riesgo de un error de cálculo y tomen medidas para reducir esos riesgos”, ha manifestado el portavoz del Pentágono.

Las tensiones entre Rusia y Occidente han estallado después de que Putin anunciara el 24 de febrero una “operación militar especial” en Urania para “defender a las personas” de la región de Donbás (este del territorio ucraniano) sometidas al “genocidio” por parte de las fuerzas gubernamentales, y enfatizó que Moscú “no tiene planes de ocupar territorio ucraniano”.

Entonces, Putin amenazó con una respuesta inmediata a Occidente y cualquier fuerza externa que intente intervenir en este conflicto advirtiendo que Rusia sigue siendo una de las potencias nucleares más poderosas del planeta, por lo que “ningún potencial agresor debería tener dudas de que será derrotado por completo”.

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