Desde que el grupo armado Talibán tomó el control de Kabul, la capital de Afganistán, miles de personas se encuentran a la espera de abordar desesperadamente algún vuelo con el fin de abandonar el país en una caótica evacuación.
En este sentido, las tropas de Estados Unidos que aún están presentes en Afganistán piden entre 500 y 2000 dólares a ciudadanos afganos, a cambio de ayudarlos a partir en aviones especiales estadounidenses, tal como reveló el domingo el portal de noticias iraní Nour News.
Al respecto, las fuerzas norteamericanas en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai, ubicado en la capital del país centroasiático, rechazan ayudar a quienes no pudieron desembolsar el dinero de extorsión requerido, indicó el medio citando a unos afganos que abandonaron el país. No obstante, remarcó que todavía el Comando Central de Estados Unidos (Centcom) no ha reaccionado al respecto.
Según el informe, estadounidenses están haciendo “un nuevo escándalo antihumano”, mientras que controlan secciones del aeropuerto con el fin de supervisar la evacuación de sus tropas del territorio afgano.
Escenas de caos y desesperación se repiten en el Aeropuerto Internacional de Kabul, mientras la gente trata de huir de Afganistán pese a que los insurgentes de Talibán prometieron al pueblo paz y estabilidad.
Ante tal situación, los medios informaron el 16 de agosto que las fuerzas estadounidenses dispararon a fin de dispersar a los afganos que intentaban pasar, dejando varios muertos.
Por su parte, Suhail Shahin, un portavoz de la oficina política de Talibán en Doha, capital de Catar, acusó el 17 de agosto a Washington de generar el caos en el aeropuerto de Kabul, haciendo hincapié que EE.UU. debe rendir cuentas, porque fue el que se encargó de garantizar la seguridad del aeropuerto de Kabul.
El colapso de Afganistán ha ocurrido poco después de que las tropas estadounidenses y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que invadieron Afganistán en 2001, comenzaran la fase final de la retirada.
De hecho, Estados Unidos ha sido objeto de críticas de quienes denuncian su irresponsabilidad en cuanto al país que invadió hace 20 años bajo el pretexto de entrenar y equipar a las fuerzas de seguridad afganas y luchar contra el terrorismo.
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