“Mientras la conducta amenazante de Irán continúe, las sanciones no se levantarán, sino que se endurecerán”, ha afirmado Trump durante su intervención este martes en el 74.º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).
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El mandatario estadounidense ha sostenido que Washington no busca entrar en conflicto alguno con ningún país, pero ha aseverado que nunca dejará de defender los intereses estadounidenses.
Al principio de su discurso, Trump no ha culpado explícitamente a Irán de los recientes ataques contra instalaciones petroleras en Arabia Saudí, no obstante, sí ha advertido a Teherán que cese de “agredir” a los aliados de Washington en Oriente Medio.
Las instalaciones de la compañía petrolera saudí Aramco fueron atacadas el 14 de septiembre por 10 aeronaves no tripuladas (drones). Aunque el movimiento popular Ansarolá de Yemen se atribuyó abiertamente la responsabilidad de la ofensiva, EE.UU. y Arabia Saudí insisten, contra toda lógica, en culpar a Irán.
El presidente iraní, Hasan Rohani, aseguró el miércoles que el ataque a las instalaciones petroleras saudíes fue una “advertencia” lanzada por el pueblo yemení a Riad, cuyas autoridades deberían “aprender la lección”.
Mientras la conducta amenazante de Irán continúe, las sanciones no se levantarán, sino que se endurecerán”, dice el presidente de EE.UU., Donald Trump.
Respecto a Venezuela, el magnate republicano ha vuelto a condenar a Caracas, arremetiendo contra su presidente, Nicolás Maduro. “Maduro es un títere de los cubanos, que se esconde de su propia gente”, ha señalado.
Los funcionarios venezolanos han rechazado en reiteradas ocasiones la postura de Washington hacia Caracas, subrayando que la Casa Blanca busca propiciar un golpe de Estado contra el presidente legítimo del país.
Posteriormente, ha atacado las políticas de la izquierda latinoamericana. “No apoyan la igualdad, el bienestar del país. El socialismo y el comunismo tratan solo del poder”, ha indicado.
Asimismo, con un tono calmado, ha criticado a China, a la que ha acusado de aplicar prácticas financieras injustas y de robo de información tecnológica, razones por las que defendió las tarifas impuestas al gigante asiático.
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El mandatario norteamericano también se ha referido al líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, a quien años atrás amenazó, en este mismo escenario, con “furia y fuego”. Tras dos años de encuentros cara a cara y cartas personales, Trump ha exigido que Pyongyang cumpla la promesa de desnuclearizar la península.
Ante las alegaciones de Trump, Pyongyang asegura, por su parte, haber dado pasos de buena fe destruyendo su reactor del complejo nuclear de Yongbyon, y otros lugares de pruebas nucleares y de misiles. Sin embargo, EE.UU. rechaza levantar todas las sanciones contra Corea del Norte e insiste en una completa e incondicional desnuclearización.
De igual modo, en otra parte de sus declaraciones, Trump ha enviado un mensaje a los migrantes que intentan ingresar a su país sin portar ningún tipo de documentación: “No van a poder entrar mientras yo sea presidente”.
Además, la disertación de Trump ha incluido una defensa de la libertad religiosa y ha optado por no hacer alusión alguna a la emergencia climática, uno de los grandes temas de la semana por los incesantes reclamos de activistas para que los gobiernos asuman una mayor responsabilidad.
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