“El presidente siente una gran frustración por el hecho de que el pastor (Andrew) Brunson no ha sido liberado y por el hecho de que otros ciudadanos estadounidenses y empleados de instalaciones diplomáticas no han sido liberados”, ha dicho este martes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.
A continuación, ha aseverado que la Administración de Trump seguirá pidiendo a Turquía que “haga lo correcto” y libere a todos sus ciudadanos, incluido Brunson.
El pastor cristiano de 50 años fue arrestado en diciembre de 2016 y posteriormente procesado por un tribunal turco acusado de tener vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que el Gobierno de Ankara considera terrorista.
El presidente (de EE.UU., Donald Trump) siente una gran frustración por el hecho de que el pastor (Andrew) Brunson no ha sido liberado y por el hecho de que otros ciudadanos estadounidenses y empleados de instalaciones diplomáticas no han sido liberados”, ha dicho la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.
Turquía también acusa a Brunson de pertenecer al movimiento del clérigo opositor turco, asentado en Estados Unidos, Fethulá Gülen, señalado por Ankara de estar detrás de un golpe de Estado fallido contra el presidente Recep Tayyip Erdogan.
A fines de julio, Trump escribió en Twitter que EE.UU. “impondrá grandes sanciones a Turquía por su prolongado arresto del pastor Andrew Brunson” y, en línea con esta afirmación, el 1 de agosto, sancionó a los ministros turcos de Justicia y de Interior.
Turquía, por su parte, ordenó el sábado congelar los bienes de los secretarios estadounidenses de Justicia e Interior, y acusó a EE.UU. de querer golpear a Ankara “por la espalda”, además de atribuir a un “complot” de Washington el desplome de la lira turca.
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