Estados Unidos lanzó el viernes con éxito el cohete Delta IV desde la base en Cabo Cañaveral en el estado de Florida (sureste), dicha operación pertenece al programa de Sensibilización Geoestacionaria del Espacio (GSSAP, en sus siglas en inglés), que tiene como objetivo colocar dos satélites espías en el espacio exterior para vigilar a otros satélites suyos situados en órbita (GEO).
La portavoz de la Fuerza Aérea estadounidense, Sarah Burnett, declaró que dichos posicionamientos espaciales tienen como objetivo disuadir a los enemigos de EE.UU., de llevar a cabo operaciones hostiles en el espacio como una extensión del campo de batalla terrestre.
EE.UU. no trata de militarizar el espacio exterior, y solo busca colaborar con todas las potencias espaciales responsables para asegurar un ambiente orbital seguro, sostenible y estable", dijo la portavoz de la Fuerza Aérea estadounidense, Sarah Burnett.
"EE.UU. no trata de militarizar el espacio exterior, y solo busca colaborar con todas las potencias espaciales responsables para asegurar un ambiente orbital seguro, sostenible y estable", dijo Burnett, poco convincente a los medios de comunicación.
En este contexto, el Pentágono mantiene que estos últimos satélites espías simplemente observarán a otros satélites suyos en órbita para asegurarse de que no sean objetos de misiles enemigos o basura espacial como los que tiene China y Rusia en el espacio.
No obstante, desde Rusia avisan que tales colocaciones orbitales solo sirven para vigilar a las satélites espaciales extranjeros, como precisó la agencia de noticias rusa TASS.
La política de dominación mundial llevada a cabo por Washington no tiene límites, según las propias palabras del Secretario Adjunto de Defensa para la Política Espacial estadounidense Douglas Loverro, quien aseguró al Congreso en 2014 que EE.UU., tiene que controlar lo que sucede a 22.000 millas sobre la Tierra, y asegurar que todo el mundo sepa que son capaces de hacerlo.
Por ello, EE.UU., no escatima esfuerzos para poder controlar el espacio exterior y así contrarrestar los avances tecnológicos de sus rivales espaciales, circunstancia que Washington considera no estar cómoda al respecto, si no puede supervisar lo que otros están haciendo y beneficiarse de ella de alguna manera.
El Pentágono, al respecto desarrolla la tecnología de aeronaves espaciales no tripuladas X-37B, que durante un año ha estado en el espacio, y niega que tales aviones orbitales estén capacitados de llevar cargas útiles de armamento. No obstante, dicha misión es caratulada como secreto, hecho que preocupa a los entendidos que sostienen que si es una misión de paz, ¿por qué la Fuerza Aérea se encuentra ejecutando el programa, y no la agencia aeroespacial estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés)?
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