• El presidente de EE.UU., Barack Obama, durante un discurso en la Universidad de Rutgers, en el estado de Nueva Jersey (noreste), 15 de
Publicada: lunes, 16 de mayo de 2016 6:46
Actualizada: martes, 17 de mayo de 2016 12:08

Nueva voz de alerta del presidente de EE.UU., Barack Obama, sobre la ineptitud intelectual del que podría convertirse en su sucesor tras las elecciones de noviembre, es decir, Donald Trump.

“No saber de lo que estás hablando no es cool. Eso no es ni ‘mantener la autenticidad’ ni ‘decir las cosas como son’. Ni tampoco es ‘desafiar la corrección política’. Es simplemente no saber de qué estás hablando”, dijo Obama ayer domingo en la universidad Rutgers, en Nueva Jersey (noreste), refiriéndose indirectamente a Donald Trump, precandidato republicano para las elecciones presidenciales de EE.UU.

El mandatario impugnaba así los argumentos con que tanto Donald Trump como sus partidarios defienden su particular dialéctica, para muchos deliberadamente ofensiva.

Sin nombrar abiertamente al irritable magnate populista neoyorquino, Obama contrapuso su “antintelectualismo” a los valores —“hechos, pruebas, razón, lógica y comprensión de la ciencia”— que, según él, debe cultivar un ciudadano, “cualidades que uno espera de alguien que haga política”.

No saber de lo que estás hablando no es cool. Eso no es ni ‘mantener la autenticidad’ ni ‘decir las cosas como son’. Ni tampoco es ‘desafiar la corrección política’. Es simplemente no saber de qué estás hablando”, considera el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Obama, que ya en abril alertó sobre la ignorancia de Trump en política internacional, afirmó que dichos valores han sido tradicionalmente apreciados en Estados Unidos y dijo no saber de dónde había surgido el antintelectualismo del posible candidato presidencial republicano.

Además, ya que el lema de la campaña de Trump se puede traducir como “vuelve a hacer de América un gran país”, alentó a los graduados que lo escuchaban a no mitificar el pasado de su país, pues “los buenos viejos tiempos no eran tan buenos”, dijo aludiendo a la notoria historia de racismo y genocidios de EE.UU., a la pobreza y al relegamiento de las mujeres en la vida pública.

Manifestación antislamófoba y prorrefugiados a las puertas de una reunión en Washington DC del precandidato presidencial republicano estadounidense Donald Trump con los jerarcas del partido, 12 de mayo de 2016.

 

En esa vena progresista y frente a la evocación que hace Trump de una supuesta edad dorada estadounidense, Obama señaló que “el mundo está más interconectado que nunca” y aseguró que “construir muros no cambiará nada”, burlándose de la inopinada propuesta del magnate inmobiliario de alzar un muro de unos 3200 Km de longitud en la frontera con México.

Ningún muro, argumentó el presidente (hijo de un alto funcionario keniata) podrá detener las epidemias de zika o ébola, ni resolver la pérdida de competitividad de EE.UU. con la globalización. Otra de las propuestas de Trump es imponer altos aranceles a los productos chinos para recrear empleo industrial.

“Eso no relanzará nuestra economía ni mejorará nuestra seguridad. Aislar o denigrar a los musulmanes, o sugerir que sean tratados en forma diferente en las fronteras, no solamente va en contra de nuestros valores, sino de lo que somos”, añadió el mandatario.

“Eso no relanzará nuestra economía ni mejorará nuestra seguridad. Aislar o denigrar a los musulmanes, o sugerir que sean tratados en forma diferente en las fronteras, no solamente va en contra de nuestros valores, sino de lo que somos”, señaló el mandatario de EE.UU.

Tras un primer momento, el año pasado, en que impulsó su campaña con incendiarias declaraciones injuriosas contra los inmigrantes de México (cerca de 12 millones de personas en EE.UU., en torno a un 15 % de los votantes ya en 2012), Trump prefirió a partir de septiembre hacer blanco de sus insultos a los musulmanes (3,3 millones, según estimaciones de enero).

Trump ha llamado repetidamente a cerrar las fronteras a los musulmanes, ha afirmado que “el Islam nos odia” y apuesta por obligar a los musulmanes presentes en EE.UU. a registrarse en un censo específico. Ayer mismo, evocó un posible ataque terrorista de refugiados sirios, con similar modus operandi del de 11 de septiembre de 2001, y esto solo un día después de que el multimillonario ultrasionista Sheldon Adelson apoyara su candidatura.

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