“No hay ningún plan, ninguna conversación de la que yo tenga conocimiento”, afirmó el jueves el jefe de la Diplomacia norteamericana durante una audiencia ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU.
Asimismo, aseveró que si el equipo de seguridad nacional del presidente estadounidense, Barack Obama, decide proponer la entrega de la base naval de Guantánamo, él se "opondría personalmente a eso".
No hay ningún plan, ninguna conversación (para ese fin) de la que yo tenga conocimiento”, afirmó el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry.
Sus declaraciones se produjeron dos días después de que el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, anunciara que Washington no tiene previsto ni considera devolver Guantánamo a Cuba.
La Habana exige la devolución de este territorio para la normalizar de las relaciones con Washington, que se inició el 2014 y ha avanzado con varias medidas como la reapertura en agosto de 2015 de las embajadas en los países respectivos, después de una pausa de 54 años.
Kerry, en alusión al eventual cierre de la prisión de Guantánamo, subrayó que, de hecho, clausurar esta cárcel “hará más seguro a Estados Unidos porque ha sido una increíble herramienta de reclutamiento para grupos terroristas como Al-Qaeda o el Estado Islámico (banda takfirí EIIL, Daesh en árabe)”.
La cárcel militar fue establecida por el Pentágono en Guantánamo tras los atentados de 11 de septiembre de 2001. Actualmente, en este centro penitenciario se encuentran detenidos 91 sospechosos de terrorismo pertenecientes a las filas de los grupos Al-Qaeda y Talibán.
“¿De dónde cree que sacaron la idea de esos trajes naranjas? La sacaron de Guantánamo”, dijo Kerry en referencia a la vestimenta que los integrantes del EIIL ponen a sus víctimas en muchos de los vídeos que difunden en las redes sociales.
El martes, Obama presentó el martes ante el Congreso un nuevo para cerrar definitivamente la cárcel de Guantánamo bajo la premisa de que pretende "cerrar un capítulo" de la historia de Estados Unidos.
Sin embargo, la iniciativa de Obama fue recibida con total escepticismo por sectores vinculados a la defensa de derechos humanos además de ser rechazada por los legisladores republicanos y candidatos a la nominación presidencial republicana.
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