“En los primeros años de la Revolución [Islámica de 1979], la presencia de la Fuerza Naval del Ejército más allá de las aguas territoriales era inimaginable, pero ahora hace un viaje de 360 grados alrededor del mundo con ímpetu y fortaleza y regresa al país con orgullo”, ha destacado este martes el Líder de Irán en una reunión con un grupo de comandantes de la Armada.
Según el Líder, hubo un día en que no se imaginaba que la Armada iraní pudiera estar presente en el mar Caspio, pero ahora en las costas del Caspio se construyen y se botan destructores.
El ayatolá Jamenei ha subrayado la importancia de realizar esfuerzos para transformar a la Marina en una fuerza estratégica integral.
El Líder se ha referido a diversas capacidades de la Marina, destacando especialmente su habilidad para contribuir a la implementación de políticas económicas basadas en el mar, y ha enfatizado la necesidad de descubrir nuevas capacidades con el fin de aumentar la autoridad del sistema y del país, así como de crear vitalidad y esperanza en la sociedad.
Durante la reunión, el comandante de la Armada de Irán, el contraalmirante Shahram Iraní, ha afirmado que “la expansión de la esfera de la influencia en el mar” y “la confianza en la tecnología y el conocimiento” son las dos políticas principales de las fuerzas navales para fortalecer los componentes del poder del país.
Este encuentro se produce un día después de que la Armada de Irán incorporara a su flota en el mar Caspio un destructor avanzado de fabricación nacional llamado Deylaman, capaz de lanzar misiles de crucero.
El avanzado destructor Deylaman está dotado de sistemas sofisticados capaces de detectar, vigilar y destruir cualquier amenaza aérea, marina y submarina.
En los últimos años, la Fuerza Naval iraní ha aumentado su capacidad militar y presencia en las aguas internacionales para garantizar la seguridad de las rutas navales. A pesar de este desarrollo, Irán ha asegurado que se adhiere a una doctrina defensiva y que esto no representa amenaza alguna para otros países.
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