“Podemos llevar a cabo nuestras misiones incluso en entornos oceánicos tormentosos y a miles de kilómetros de nuestra tierra natal”, indicó el domingo el contralmirante Shahram Iraní, comandante de la Fuerza Naval del Ejército del país persa, al margen de la ceremonia de bienvenida celebrada para el regreso de la 75.ª Flota del Ejército de la República Islámica de Irán.
Iraní destacó que “mediante la ejecución exitosa de su misión, la 75.ª Flota Naval del Ejército logró todos los objetivos predeterminados”.
“Uno de nuestros objetivos más importantes fue demostrar a la arrogancia mundial que ni siquiera las aguas rugientes podían interponerse en nuestro camino”.
El martes pasado, el propio contralmirante Shahram Iraní elogió a los marineros iraníes por culminar con éxito el “mayor acontecimiento militar histórico en el ámbito marítimo”, refiriéndose a la travesía de la 75.ª Flota Naval por el Atlántico por primera vez.
Por su parte, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, felicitó el sábado el regreso “honorable” de dicha flota, al aseverar que el Ejército del país persa está listo para luchar por los grandes objetivos de la gloriosa Revolución Islámica (1979).
Esa navegación cuenta con una importancia significativa, ya que el país se considera el único Estado en la región que lleva a cabo de forma independiente tales misiones bajo sanciones y amenazas de Estados Unidos.
En los últimos años, la Fuerza Naval iraní ha incrementado su presencia en las aguas internacionales para velar por la seguridad de las rutas navales, en peligro por los ataques piratas, y para enfrentar a los barcos estadounidenses que violan repetidamente la soberanía de las aguas jurisdiccionales de Irán, especialmente en el Golfo Pérsico.
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