“Estaban buscando el restablecimiento de Daesh y trasladarlo a Irán. Los servicios de inteligencia extranjeros han gastado millones de dólares” para lograr ese objetivo, ha dicho Mahmud Abaszade Meshkini, miembro de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní. Sin embargo, ha asegurado que estos esfuerzos están abocados al fracaso.
En una entrevista concedida a la cadena libanesa Al Mayadeen publicada este martes, el legislador ha detallado que el atentado terrorista en Shiraz, ocurrido el 26 de octubre y reivindicado por Daesh, fue parte del plan malvado de enemigos para hacer resurgir al grupo ultraviolentó que autoproclamó un ‘califato’ en 2014 en algunas partes de Irak y siria.
Ha condenado los intentos de enemigos, entre ellos Arabia Saudí e Israel, para incitar a la violencia y al caos en Irán y ha avisado que los adversarios, mediante los disturbios, buscan fomentar la sedición en el país.
“La era de golpear y escapar ha terminado”, ha aseverado el parlamentario para luego asegurar que la República Islámica dará una respuesta dura a todos los países y regímenes que apoyaron los disturbios.
En respuesta a una pregunta de la presentadora sobre cuál será respuesta de Irán, el legislador ha explicado que no será “necesariamente militar”. “Estos países tienen intereses en la región [de Asia Occidental] y todos están bajo alcance de la República Islámica de Irán. Tomaremos medidas recíprocas, conforme a la diplomacia”, ha precisado.
Ha dicho con un tono amenazante que Irán tiene “mucha paciencia”, pero ha avisado a los adversarios que esa paciencia no es ilimitada.
“Han visto la respuesta a Erbil. Han sido testigos del ataque a la base Ain al-Asad”, ha dicho dirigiéndose a los enemigos, haciendo referencia a los ataques con misiles iraníes llevados a cabo en septiembre a las bases de terroristas antiraníes en el Kurdistán iraquí y el ataque a la base que alberga a las fuerzas estadounidenses en Irak en respuesta al atentado estadounidense que mató en enero de 2020 al general Qasem Soleimani en Bagdad.
Abaszade Meshkini ha concluido, dejando en claro que cualquier país que respalde el proyecto estadounidense destinado a desestabilizar Irán y fomentar el sectarismo sufrirá las consecuencias. “Israel, siendo el principal promotor de esta conspiración, recibirá el mayor golpe”, asegura.
Las autoridades iraníes ven las huellas de Estados Unidos, Israel, Arabia Saudí y varios Estados europeos en los disturbios ocurridos desde hace más de un mes en Irán y advierten que actuarán con firmeza ante los que intenten cruzar su línea roja, es decir, la seguridad y protección de la vida y la propiedad de las personas en el país.
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