La revista estadounidense The National Interest, en un artículo publicado el miércoles, abordó las capacidades navales de Irán, aseverando que el Ejército iraní ha planeado durante mucho tiempo una guerra naval defensiva en el Golfo Pérsico en la que aprovecharía su gran flota de barcos de ataque rápido con misiles antibuque para lanzar múltiples acometidas contra los adversarios a lo largo de estas aguas, y así cerrar el paso a través del estrecho de Ormuz.
En el artículo se dice que, tomando en consideración esta estrategia naval de guerra de guerrillas, hay veintiún minisubmarinos de la clase Qadir, de producción nacional, equipados con torpedos y difíciles de ser rastreados por los adversarios.
En general, las aguas litorales poco profundas son muy favorables para las operaciones de minisubmarinos, con la interferencia de los bajíos rocosos y el oleaje fuerte que reduce los rangos de detección del sonar y brinda a los minisubmarinos abundantes oportunidades para pasar desapercibidos y agazaparse tendiendo una emboscada, afirmó.
Hace cuatro años, Irán también lanzó su propio submarino, de clase Fateh, que, según la agencia de noticias local FARS, puede operar hasta cinco semanas en el mar en un rango de hasta 3100 millas, lo que le da la resistencia para aventurarse aguas adentro en el mar Arábigo.
Según la nota, el submarino Fateh parece que podría expandir de manera útil las capacidades de alcance medio de la flota de submarinos iraníes.
Hoot, 4 veces más rápido que un torpedo típico
Entre otros logros, la revista se refirió al torpedo supercavitante Hoot (Ballena) fabricado por Irán, un arma que, al parecer, puede alcanzar velocidades de más de 200 millas por hora, alrededor de cuatro veces más rápido que un torpedo moderno típico. Esto se logra utilizando el calor de escape del cohete para vaporizar el agua en el camino del torpedo, lo que le permite viajar en una burbuja de gas con una resistencia mínima al arrastre.
Más importante aún el esfuerzo continuo para producir a nivel nacional submarinos más grandes y capaces, así como armas emplazadas en submarinos, lo que demostraría que Teherán está invirtiendo a largo plazo para convertirse en una potencia militar autosuficiente, concluyó.
Las autoridades persas han advertido en varias ocasiones que la Armada iraní vigila de cerca todos los movimientos de sumergibles y buques de guerra regionales y ajenos a la zona que se aproximan al Golfo Pérsico, donde reina la seguridad, gracias a la ardua tarea que cumple Irán.
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