El poder naval de Irán ha crecido tanto que su radio de acción estratégica ha ido más allá de las aguas regionales y llegado a océanos lejanos, asegura el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de división Mohamad Hosein Baqeri, en un mensaje publicado este viernes con motivo de la conmemoración del Día de la Armada iraní.
El alto mando militar subraya que las fuerzas navales del Ejército y del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán son dos “alas poderosas” de la Armada iraní.
“La grandeza y autoridad de la Armada de la República Islámica ha anulado el sueño de la arrogancia global y los poderes suprarregionales de dominar los componentes de seguridad de la región”, ha remarcado el alto mando castrense.
Al describir a Irán como el mensajero de la paz, la amistad y la seguridad marítima, el comandante ha puesto de relieve que la capacidad de las fuerzas navales iraníes para llevar a cabo misiones importantes y singulares ha ampliado su marco de acción “desde las costas del Golfo Pérsico, el mar de Omán y las partes septentrionales del océano Índico hasta aguas distantes y océanos lejanos”.
Baqeri ha remarcado también el papel sensible que desempeñan las fuerzas navales iraníes como “anclaje de la seguridad extrarregional”, ante las amenazas potenciales y en la continuación del progreso marítimo.
El Ministerio de Defensa de Irán, en un comunicado emitido esta misma jornada, ha hecho hincapié en que los enemigos y los malvados recibirán una respuesta aplastante de las fuerzas navales del Ejército si cometen algún error.
Hace notar también que los avances de la Armada iraní en la industria de la defensa salvaguardan los intereses estratégicos nacionales y han llevado a los enemigos a comprender que “cualquier error generará una respuesta dura, devastadora y lamentable”.
En los últimos años, las fuerzas marítimas del Ejército y del CGRI han incrementado su presencia en las aguas internacionales para velar por la seguridad de las rutas navales ante los ataques piratas y para contrarrestar la presencia de los barcos estadounidenses que violan repetidamente la soberanía de las aguas jurisdiccionales de Irán.
Sin embargo, Irán, además de asegurar que no busca una guerra con nadie, advierte de que responderá a la más mínima intención de socavar su seguridad, especialmente, en el Golfo Pérsico, zona que es considerada una de las líneas rojas de la República Islámica.
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