La entrada del nuevo coronavirus, causante de la enfermedad COVID-19, “nos planteó un colosal desafío porque llegó en medio de un vendaval de acciones de bloqueo que alcanzaron picos en la historia de ese brutal genocidio”, aseveró el jueves Miguel Díaz-Canel, en el programa televisivo Mesa Redonda desde el Palacio de Convenciones en La Habana (la capital), sobre las medidas para enfrentar la COVID-19.
En esta misma línea, cuestionó la gestión del Gobierno “criminal, xenófobo y racista” de Estados Unidos, el cual con su retórica inmoral, perversa y prepotente en medio de la crisis sanitaria, trata de “intervenir en los asuntos internos de otros países”.
En otra parte de sus declaraciones, el mandatario mencionó la gestión brillante a nivel internacional de los médicos cubanos desde el comienzo de la pandemia con sus servicios a más de 60 naciones y, en lo que concierne a la gestión interna hizo hincapié en la creación de una articulación magnífica entre las fuerzas civiles y las fuerzas militares en función de un mismo objetivo que ha sido “el de proteger la vida humana” en el país con el fin de derrocar el virus temible.
También, al recordar la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que la COVID-19, podría convertirse en un virus endémico, aseguró que “Cuba tiene experiencia y lo ha demostrado. En las últimas décadas hemos logrado eliminar 14 enfermedades infecciosas. Esta etapa lleva un mayor control ... el sistema de salud puede soportar lo que pueda venir en el futuro”, enfatizó.
Desde 1960, Washington ha impuesto varios bloqueos y embargos contra La Habana, empero, la hostilidad hacia Cuba se multiplicó tras la llegada del presidente estadounidense, Donald Trump, a la Casa Blanca en 2017.
Para La Habana, la política hostil de Washington, en realidad, busca asfixiar la economía del país. En tanto, Miguel Díaz-Canel, ha asegurado en varias ocasiones que la Revolución cubana no se arrodillará pese a las presiones y conspiraciones de EE.UU. en su contra.
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