Desde 2006, la ONU ha aprobado resoluciones para aplicar sanciones económicas y diplomáticas contra Corea del Norte con el objetivo de que este país suspenda sus programas nuclear y balístico. EE.UU., el régimen de Israel y algunos otros países del mundo poseen armas nucleares, pero no son sancionados por la ONU.
Pyongyang dice que las sanciones de la ONU demuestran que este máximo organismo internacional trabaja claramente “bajo la férula de EE.UU.”
De hecho, estas medidas punitivas han limitado las exportaciones norcoreanas de carbón, hierro, textiles y marisco, al tiempo que han reducido sus importaciones de crudo y productos refinados del petróleo.
“Lo que no puede ser tolerado es que las resoluciones hayan sido adoptadas en un escenario mundial, incluyendo las Naciones Unidas, legitimando la presión y la arbitrariedad a ciertos países", dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte en un escrito publicado el jueves en su página web.
Lo que no puede ser tolerado es que las resoluciones hayan sido adoptadas en un escenario mundial, incluyendo las Naciones Unidas, legitimando la presión y la arbitrariedad a ciertos países", dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte.
El Ministerio protestó por el hecho de que hay un gran acuerdo de “desigualdad" entre los países miembros de la ONU, añadiendo que la organización es dictada por una "ley de la selva".
La Cancillería norcoreana añadió que tal injusticia ha sido cometida a plena luz del día con las sanciones impuestas contra víctimas de agresores solo porque son desafiantes.
En los últimos meses, las autoridades de Corea del Norte y EE.UU. se reunieron para dialogar sobre la desnuclearización de la península coreana.
Sin embargo, tales negociaciones terminaron sin resultados. Pyongyang exigía el levantamiento de las sanciones que Washington le había impuesto a cambio del desmantelamiento de la planta nuclear de Yongbyon; sin embargo, EE.UU. rechazó la propuesta norcoreana y exigía más para ofrecer semejante recompensa.
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