El ministro de Defensa de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, bajo presión por la exigencia de que dimitiese al cargo, reconoció que los agentes han matado al abogado deliberadamente.
Tras casi una semana de protestas nacionales en Colombia, Trujillo reconoció en el Senado que fueron los agentes de la Policía que asesinaron al abogado de 46 años, Javier Ordoñez, con 12 descargas de taser.
La oposición no deja de arremeter contra la gestión de Trujillo, pidiendo su renuncia diciendo que no ha podido controlar el orden público y será mejor que se dedique a la campaña electoral presidencial que tiene en la mente.
Este conflicto dentro del Senado ocurre, mientras en la capital los amigos y familiares de Ordoñez le daban su último adiós. Ellos siguen firmes en querer justicia para el abogado asesinado, y no solo una investigación disciplinaria.
El caso de la brutalidad policial y las protestas posteriores que han dejado al menos 13 muertos y cientos de heridos, es el último episodio de reveses contra la gestión del presidente colombiano, Iván Duque, sacudida con el manejo de pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, la inseguridad y masacres.
Sin embargo, el mandatario vuelve a echar la culpa a la filtración e incitación de los miembros de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y de la desmantelada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en las manifestaciones populares, mientras defiende a la Policía, diciendo que se trata de incidentes aislados y no un problema sistemático.
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