El pasado 3 de julio, el rotativo norteamericano The Wall Street Journal informó que la Marina de EE.UU. había enviado una flota compuesta por los portaviones USS Nimitz y el USS Ronald Reagan, acompañados por varios buques de guerra, al mar de la China Meridional para participar en los ejercicios militares más grandes de este país en dicha zona en los últimos años.
Según ha indicado este lunes el diario South China Morning Post, las autoridades chinas han expresado que los movimientos militares de EE.UU. en la región son “inútil” y han alertado de que lo único que hacen es “poner en peligro a sus aliados”.
Por su parte, el coronel Zhang Junshe, del Instituto de Investigación de Estudios Militares de China, ha tachado de “provocativos” los pasos de Washington, insistiendo en que Pekín está determinado a “preservar y salvaguardar su soberanía marítima”.
“Estados Unidos no es un país de la región y está haciendo ejercicios militares a gran escala en el mar de la China Meridional, lejos de su territorio, y al mismo tiempo acusa a China de realizar maniobras militares al lado de su casa”, ha indicado el experto.
Luego de acusar de “hipócrita” la actuación de Washington al respecto, Zhang ha afirmado que los verdaderos motivos del país norteamericano para el despliegue de sus fuerzas en la zona es militarizar y desestabilizar la paz en el mar de la China Meridional.
Además, ha subrayado que, pese a que la pandemia del nuevo coronavirus ha afectado de manera considerable al Ejército estadounidense, este sigue adelante con “una mentalidad propia de la Guerra Fría”.
El mar de la China Meridional, también conocido como mar del Sur de China, ha sido escenario de incesantes tensiones entre el gigante asiático y EE.UU., que no toma una posición oficial sobre los reclamos territoriales rivales en la región, pero está estrechamente aliado con varios de los demandantes e insiste en que las aguas y el espacio aéreo de la zona sean libres para todos los países.
El nuevo aventurismo de EE.UU. se produce días después de que China haya realizado ejercicios militares cerca de las disputadas islas Xisha (Paracel) en el mar de la China Meridional. Pekín afirma que las islas Xisha “son indiscutiblemente territorio inherente de China” y que todas sus maniobras están “dentro de su soberanía y más allá de cualquier reproche”.
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