• Empleados del laboratorio chino del Instituto de Virología de Wuhan en medio de un experimento vírico.
Publicada: martes, 12 de mayo de 2020 18:04

Un laboratorio de la ciudad de Wuhan, epicentro de la COVID-19, dice que ningún virus tiene oportunidad de escapar por las estrictas medidas que adopta.

Las autoridades del laboratorio chino del Instituto de Virología de Wuhan, que trabaja con varios de los patógenos más peligrosos del mundo, como el virus de Ébola o el virus Lassa de África Occidental, se defienden ante las acusaciones formuladas desde EE.UU., que apunta el dedo acusador hacia la instalación afirmando que el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, puedo haberse escapado de su recinto.

“Hemos adoptado una serie de medidas para garantizar que ningún virus pueda abandonar nuestro laboratorio”, aseguró el director del laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan, Yuan Zhiming, en una entrevista concedida al diario local Science and Technology Daily y recogida el lunes por el diario South China Morning Post.

Yuan explicó que, entre los procedimientos básicos, los empleados desinfectan todos los equipos de protección y luego se lavan con agua limpia cada vez que salen. Además, se usa la presión negativa para que el aire que circula por el laboratorio no acabe fuera propagando los mortíferos patógenos, añadió.

 

El aire contaminado, de acuerdo con el experto, es filtrado dos veces antes de ser liberado, y las aguas residuales pasan por sistemas de tratamiento de alta temperatura, mientras que otros desechos “son tratados en máquinas de alta temperatura y alta presión antes de ser eliminados por empresas especializadas que manejan residuos médicos”, recalcó.

El vicedirector del laboratorio, Guan Wuxiang, afirmó, a su vez, que sus investigadores empezaron a estudiar el nuevo coronavirus el 30 de diciembre de 2019, tras la aparición de las primeras muestras de una “neumonía de origen desconocido” en un hospital de la ciudad.

Pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Dirección de Inteligencia Nacional de EE.UU. y varios expertos científicos han negado cualquier posibilidad de fuga, la Administración de EE.UU., presidida por Donald Trump, asegura que cuenta con una “enorme evidencia” de que el temible virus se originó en un laboratorio de Wuhan. China declina las acusaciones y devuelve el golpe acusando a EE.UU. de haber propagado intencionadamente el virus en la propia Wuhan.

El nuevo coronavirus, de origen aún desconocido, ha contagiado, hasta la fecha, a 4 310 946 personas en el mundo, de las que 290 462 han muerto, conforme a los datos recabados a nivel global.

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