Según informó esta semana la revista estadounidense The Diplomat, que cita a fuentes militares, desde diciembre de 2016 hasta enero de 2018, la Fuerza de Misiles del Ejército chino llevó a cabo en secreto cinco pruebas del misil, que China todavía no le ha dado una denominación, pero que la Inteligencia estadounidense ha bautizado como CH-AS-X-13, capaz de de portar armas nucleares.
Los datos, aún no confirmados por el Gobierno chino, indican que las dos recientes pruebas del CH-AS-X-13 se realizaron desde un bombardero Xian H-6K (clon del avión soviético Tu-16).
El informe, además, detalla que el CH-AS-X-13 es un misil balístico de dos etapas, que utiliza propelente sólido y tiene un alcance de hasta 3000 kilómetros.
No obstante, lanzado desde un bombardero H-6K, el misil podría llegar hasta 6000 kilómetros, capaz de alcanzar objetivos en el territorio continental de Estados Unidos, agrega la fuente.
Este avance de China en los aparatos hipersónicos supone una señal de alarma para EE.UU., dadas las tensiones entre ambas partes, que han causado que se vean con normalidad las previsiones sobre el posible estallido de una guerra entre Washington y Pekín.
China pretende equipar su Ejército ante la escalada de tensiones en la región, en especial en las zonas en disputa en el mar de China Meridional. En este sentido, busca reducir la brecha tecnológica que separa a su aviación militar de la estadounidense.
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