“Creemos que la política de Duterte en relación con el arbitraje del mar de China Meridional corresponde a los intereses de los dos países (Filipinas y China) y refleja la confianza mutua y amistad entre estos”, afirmó el lunes el vocero de la Cancillería china, Hua Chunying.
Estas afirmaciones de la diplomática china saludan la decisión del mandatario filipino de “dejar al lado” el voto del Tribunal Internacional de La Haya que no encontró base para las reivindicaciones territoriales de Pekín en el mar de la China Meridional.
Creemos que la política de Duterte en relación con el arbitraje del mar de China Meridional corresponde a los intereses de los dos países (Filipinas y China) y refleja la confianza mutua y amistad entre estos”, afirmó el vocero de la Cancillería china, Hua Chunying.
Mientras el expresidente filipino, Benigno Aquino III, apoyado por EE.UU., había llevado la disputa marítima con China hasta el arbitraje internacional, Duterte afirmó que no impondrá nada sobre China.
A este respecto, Hua apuntó que la iniciativa de Duterte “refleja una confianza mutua y una amistad cada vez más profundas” entre Pekín y Manila y resaltó el deseo de su país de trabajar con Filipinas.
Los dos vecinos han de “continuar mejorando la confianza política y lidiar adecuadamente con el asunto del mar de la China Meridional”, concluyó Hua subrayando los resultados positivos de las cooperaciones mutuas.
El pasado 17 de diciembre, Duterte acusó a Washington de buscar una disputa con Pekín en el mar de la China Meridional: “Nosotros nunca estaremos listos para pelear con China. Eres tú (EE.UU.) el que está preparando una pelea ahí”.
China, Japón, Vietnam y Filipinas discrepan respecto a las fronteras marítimas y zonas de responsabilidad en los mares de la China Meridional y de la China Oriental.
Pekín afirma que Filipinas y Vietnam se aprovechan del apoyo del que gozan por parte de EE.UU. para avivar la tensión en la región.
El pasado 12 de julio, La Haya dictaminó que no existe base legal para las reclamaciones que presenta Pekín en la zona marítima que está dentro de “la línea de nueve puntos” en el mar de la China Meridional. China respondió que no reconoce y no acepta tal dictamen.
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