A la reunión del Foro para el Progreso y el Desarrollo de América Latina (Prosur) han asistido este viernes además del anfitrión los presidentes de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú —Mauricio Macri, Jair Bolsonaro, Iván Duque, Lenin Moreno, Mario Abdo Benítez y Martín Vizcarra, respectivamente—.
Uno de los primeros puntos en la agenda fue el “diálogo para la coordinación y colaboración en América del Sur”, que se desarrolló en público para los medios de comunicación. En privado, los jefes de Estado conversaron sobre los “desafíos y oportunidades sectoriales para la integración regional”.
Con la creación de este organismo se trata de reemplazar a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). A esta primera reunión no se ha invitado al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y sí al opositor Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN) venezolana—declarada en desacato en 2016 y controlada por la oposición—, ilegalmente autoproclamado en enero jefe de Estado interino en lugar de Maduro.
Algunos observadores ven con escepticismo la iniciativa. La respuesta negativa a la invitación por parte de los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y Uruguay, Tabaré Vázquez, referentes de la izquierda suramericana, ha centrado algunas de las críticas a Prosur, que visualizan la iniciativa como un proyecto de los Gobiernos de centro y de derecha de la región.
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