El seguidor de Lula fue asesinado por un hombre identificado como Rafael Silva de Oliveira, el miércoles por la noche, durante una discusión por motivos políticos en una propiedad rural cercana al municipio de Confresa, en el estado de Mato Grosso (centro de Brasil), ha informado este viernes la Policía.
Silva de Oliveira ha confesado haberle propinado cerca de 15 puñaladas a la víctima, que era un compañero de trabajo, llamado Benedito Cardoso dos Santos. Según el autor del crimen, los dos hombres estaban hablando de política y, en el calor de la discusión, se inició la pelea.
El bolsonarista acuchilló en la espalda, en la cara y en el cuello al seguidor de Lula. Luego, fue a un cobertizo a buscar un machete con el que remató a su colega.
El crimen se ha cometido a menos de un mes de las elecciones del 2 de octubre en Brasil. Se trata del segundo homicidio por motivos políticos que se conoce en Brasil en los últimos meses.
El pasado mes de julio, un agente de prisiones seguidor de Bolsonaro asesinó a tiros a un militante del Partido de los Trabajadores (PT), formación que lidera Lula, en una fiesta de cumpleaños celebrada en Foz de Iguazú, región occidental de Paraná. El asesinato fue condenado por varios grupos sociales y políticos que culparon del suceso al discurso de odio que promueven los grupos de ultraderecha que apoyan a Bolsonaro.
El mandatario brasileño siempre ha sido un firme impulsor de la liberación de la tenencia de armas y suele usar una retórica agresiva contra sus rivales políticos en sus discursos.
Lula advierte sobre la violencia política en Brasil
Por su parte, Lula ha rechazado este viernes el asesinato de su partidario a mano de un bolsonarista, denunciando que la violencia política se está volviendo rutina en Brasil.
“Antes, no había cultura de la violencia. Esto ocurrió ahora y en 2018, y no es de nuestra parte. Esto es gravísimo. Espero que la Policía esté atenta y también la justicia electoral, para ver si hay orden, orientación, si es una estrategia política”, ha señalado el expresidente brasileño en una rueda de prensa, vinculando este clima de violencia al núcleo cercano a Bolsonaro.
Lula, además ha mencionado muchas denuncias de “provocaciones” políticas que ha recibido en las paradas de autobús. Es más, ha señalado casos de un pastor que amenazó a los fieles con expulsarlos de la iglesia, si votan al PT, así como otra terrateniente que amenazó con despedir a los trabajadores de su propiedad.
El asesinato político conocido este viernes también ha sido censurado por la directora de Human Rights Watch (HRW) para las Américas, Juanita Goebertus Estrada, quien ha instado a que todos los candidatos condenen “enérgicamente” el asesinato y cualquier tipo de “violencia política, intimidación y amenazas en el periodo electoral” practicada por sus seguidores.
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