Vinimos por todo lo que está sucediendo en Brasil y este gobierno no está haciendo nada. El pueblo tiene que mostrar persistencia y manifestar su indignación, su insatisfacción", ha criticado una manifestante.
Los organizadores de la marcha cifran en 48.000, el número de los manifestantes que han participado hasta el momento en la protesta de este domingo, pero esperan que la cifra aumente mucho más.
Se trata de las primeras de cientos de protestas convocadas este domingo en todo Brasil contra las políticas del actual Gobierno, al que culpan por el escándalo de corrupción en Petrobras.
"Vinimos por todo lo que está sucediendo en Brasil y este gobierno no está haciendo nada. El pueblo tiene que mostrar persistencia y manifestar su indignación, su insatisfacción", ha dicho una de las manifestantes en Brasilia, Dianira Loubet, una instructora de yoga de 75 años.
"Fuera Dilma", "Fuera PT (el gobernante Partido de los Trabajadores)", "La culpa es de las estrellas", "Gobierno de corruptos", rezan algunas de las pancartas.
La corrupción que afecta a Petrobras salió a la luz en marzo de 2014, después de que la Policía Federal revelara los desvíos de fondos y los sobornos aceptados por las autoridades de la petrolera.
Trece senadores, 22 diputados, dos gobernadores, el tesorero del gobernante PT, y exfuncionarios del Poder Ejecutivo son investigados por su presunta participación en una red de corrupción y sobornos en la estatal Petrobras que movió unos 4.000 millones de dólares en la última década.
La indignación se plasmó en grandes movilizaciones realizadas hace unas semanas en unas 20 ciudades del país. Ahora Rousseff soporta su nivel de popularidad más bajo desde 2011.
La indignación popular empeora debido a los problemas económicos que atraviesa el país. El crecimiento ronda el 1 % y la inflación trepa hasta el 7,7 %.
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