“Desde el primer momento, estuvimos convencidos que no solamente era un golpe interno, sino un golpe externo, a la cabeza de Estados Unidos”, aseveró el martes Morales sobre el golpe de Estado en su contra en 2019.
Al respecto, denunció que esto era parte de “un Plan Cóndor del siglo XXI”, una campaña de represión política y terrorismo de Estado organizado y liderado por Washington que incluía operaciones de inteligencia y asesinatos para eliminar a los líderes izquierdistas y organizaciones sociales que se oponían a los gobiernos dictatoriales del Cono Sur, apoyados por Washington.
En este sentido, Morales agregó que países con gobiernos de derecha, también, participaron del golpe, justificando que tenía información de inteligencia que desde países vecinos montaron campañas de desprestigio.
Asimismo, criticó que estos países implicados en el golpe del Estado no aceptan que los indígenas gobiernen en Bolivia y que tengan mejores políticas que las políticas económicas del neoliberalismo.
En una entrevista con la cadena argentina C5N, Morales abordó nuevas pruebas al respecto de la participación del expresidente de Argentina Mauricio Macri en el golpe de Estado, indicando que Macri no fue su compañero, tampoco vecino ni amigo.
Al respecto, la semana pasada, el canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, denunció ante la prensa que Macri envió munición para reprimir las protestas de finales de 2019 en Bolivia, un día después de que Jeanine Áñez asumiera el poder de facto.
En otra parte de sus declaraciones, Morales agregó que grupos golpistas vinculados a la policía tomaron aeropuertos claves, entre ellos pistas vinculadas a la lucha contra el narcotráfico, y ofrecían permanentemente 50 mil dólares a miembros de su equipo de seguridad personal por información que permitiera detenerlo ilegalmente antes de que consiguiera asilo político, sospechando que querían llevarle a Guantánamo, la cárcel de máxima seguridad que los Estados Unidos tienen en el Caribe.
También, el exmandatario boliviano aseguró que en las investigaciones judiciales no le encontraron nada de vinculación con la corrupción y el narcotráfico de él, sus ministros y familias, remarcando que llegó a presidencia gracias a su sinceridad, honestidad y a su verdad. Es más, hizo hincapié que luchó pacíficamente toda su vida. “¿Cómo voy a comprar balas para que maten al pueblo?”, enfatizó.
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