El ejército de Israel “ha reclutado a docenas de judíos yemeníes para mejorar su comprensión del idioma y la cultura en Yemen”, según informó el miércoles KAN News, detallando que las reclutas, que servirán en la dirección de Inteligencia, hablan con fluidez el dialecto árabe yemení y conocen de fondo la cultura del país árabe.
Los reclutas, agrega el informe, incluyen tanto inmigrantes recientes de Yemen como individuos criados en hogares de habla árabe con raíces yemeníes.
KAN News detalló que los nuevos soldados ayudarán al ejército israelí en la recopilación de inteligencia y proporcionarán información crítica sobre el idioma y la cultura de Yemen.
Anteriormente, Amir Avivi, un analista de seguridad israelí, reveló en una entrevista televisiva que uno de los desafíos de su ejército es el dialecto particular de los yemeníes, que los israelíes no logran entender.
Según él, el tema candente ahora es aprender el idioma de los hutíes (el movimiento de Resistencia popular Ansarolá). “Hay una gran necesidad de personas que puedan hablar el idioma de los hutíes. Hemos entrado en una nueva experiencia y en un ámbito diferente”, dijo el analista.
Este desarrollo forma parte de una fallida estrategia estadounidense-israelí más amplia para contrarrestar las capacidades de misiles de Yemen, que apuntan cada vez más a objetivos sensibles israelíes.
El informe se dio a conocer después de que las autoridades yemeníes comunicaran a principios de esta semana que habían neutralizado actividades de espionaje de servicios de inteligencia del Reino Unido, Arabia Saudí e Israel en su país.
Una de las tareas de la red era colocar dispositivos GPS en algunos vehículos y objetivos. “La red de espionaje apuntaba a sitios estratégicos como la fuerza de misiles, la aviación no tripulada y las casas de algunos dirigentes”, se lee en un comunicado emitido por las fuerzas de seguridad de Yemen.
Desde noviembre de 2023, un mes después del inicio de la guerra genocida israelí en Gaza, el Ejército yemení ha lanzado ataques con drones y misiles contra buques mercantes y militares vinculados a Israel en los mares Rojo y Arábigo. Además, ha dirigido sus ofensivas hacia objetivos en la Palestina ocupada, con el objetivo de presionar a la ocupación para que detenga sus agresiones contra el enclave palestino.
Estas acciones han continuado, a pesar de los repetidos bombardeos contra sus posiciones por parte de Estados Unidos y el Reino Unido, los principales aliados de Israel. El Ejército yemení, apoyado por Ansarolá, ha dejado claro que detendrá sus ataques solo cuando el régimen ocupante cese el genocidio en Gaza.
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