• El primer ministro del régimen de Israel, Benyamin Netanyahu.
Publicada: domingo, 12 de abril de 2015 18:11
Actualizada: domingo, 12 de abril de 2015 18:33

El primer ministro del régimen de Israel, Benyamin Netanyahu, ha reiterado este domingo su oposición al levantamiento de las sanciones antiraníes acusando a Irán de ser “no fiable”.

“Vemos que las sanciones están siendo retiradas, inmediatamente, conforme a la demanda de Irán, y esto ocurre sin haber habido un cambio en su política (…) Irán ha demostrado que no es confiable. Irán busca conservar sus fuertes capacidades nucleares con las que puede producir bombas nucleares”, ha alegado el premier israelí.

Tras indicar que el principio de acuerdo logrado entre Irán y el Grupo 5+1 otorga a Teherán un “cierto camino hacia bombas nucleares”, Netanyahu ha considerado que un acuerdo final permitiría al país persa quedarse con “importantes capacidades nucleares”.

“Eso (el acuerdo) no los está desmantelando, es una preservación para ellos. También consideramos que las inspecciones no son serias”, ha aducido el primer ministro israelí, inquieto y enojado por el entendimiento de Lausana, para después suplicar que se mantengan las sanciones impuestas contra el país persa.

El pasado 2 de abril, la jefa de la Diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, y el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, presentaron una declaración conjunta en la ciudad suiza de Lausana y expresaron un principio de acuerdo sobre el programa de energía nuclear persa.

La jefa de la Diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, y el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, leen el comunicado de prensa logrado entre Irán y el G5+1 en la ciudad suiza de Lausana. 2 de abril de 2015

 

Dicho acuerdo garantiza los derechos nucleares de la nación iraní y propone el levantamiento de las sanciones impuestas contra el país persa en una sola fase.

No obstante, ese entendimiento ha provocado la ira del régimen de Israel que, con el apoyo de los republicanos estadounidenses, busca frenar su concreción.

A este respecto,  Netanyahu, se personó inútilmente, el 3 de marzo, en el Congreso de Estados Unidos para advertir a Washington ante un posible acuerdo nuclear con Irán, e incluso, el pasado 22 de marzo, envió una delegación de alto nivel a Francia para convencer al presidente francés, François Hollande, de frenar un eventual acuerdo.

Aun más, fuentes estadounidenses desvelaron el 24 de marzo que el régimen de Israel espiaba los diálogos nucleares Irán-Grupo 5+1, que se desarrollaban a puertas cerradas, para obtener datos precisos de las conversaciones e impedir el logro de un eventual acuerdo final.

Después del anuncio del alcance de un entendimiento entre Teherán y el Grupo 5+1, Netanyahu apuntó que el acuerdo sería una “amenaza a la supervivencia” del régimen de Tel Aviv; y destacando la firme oposición israelí al respecto, pidió ejercer más presiones contra Irán.

El régimen de Tel Aviv, junto con sus aliados, acusa a Teherán de buscar fines bélicos en sus actividades nucleares; mientras que el régimen israelí está en posesión de más de 200 ojivas nucleares y se niega a adherirse al Tratado de No Proliferación (TNP), además de que tampoco permite inspecciones a sus instalaciones nucleares.

El periodista e investigador estadounidense Gareth Porter, en un informe del pasado mes de octubre, desveló que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) citó documentos falsificados por el régimen israelí en sus informes sobre el posible carácter bélico del programa de energía nuclear de Irán.

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