Tras la dimisión de figuras militares israelíes de alto perfil, entre ellos el jefe del estado mayor, Herzi Halevi, el comandante de la región sur Yaron Finkelman, comandante de la división de Gaza, Avi Rosenfeld; y el jefe de la división de inteligencia militar, Aharon Haliva, por el fracaso del ejército en prevenir la operación sin precedentes palestina ‘Tormenta de Al-Qasa’, lanzada el 7 de octubre de 2023, la presión política y popular ha aumentado sobre Netanyahu.
En este sentido, una encuesta, publicada este viernes por el diario hebreo Maariv, indica que el 62% de los israelíes cree que, al igual que las altas figuras militares, Netanyahu debería dimitir debido a su responsabilidad en el fracaso del 7 de octubre.
Sólo el 29% de la sociedad se opone a la renuncia del primer ministro, según el sondeo, mientras que el 9% no se ha pronunciado al respecto.
La ola de renuncias que arrasó al régimen se produjo en el tercer día de la entrada en vigor de un acuerdo de alto el fuego entre Israel y el movimiento de Resistencia palestino HAMAS tras más de 15 meses de la guerra genocida israelí en la Franja de Gaza.
El pacto contempla un canje de 33 retenidos israelíes por más de 1900 presos palestinos en la primera fase de la tregua que durará 42 días. Sin embargo, las repetidas violaciones del armisticio por parte del régimen han aumentado la incertidumbre sobre la plena implementación del acuerdo.
Por tanto, sólo el 28% de los encuestados cree que el canje de presos se realizará por completo, según Maariv.
La oposición israelí, que criticó anteriormente el fracaso del régimen en alcanzar los objetivos declarados de la guerra —es decir, la liberación de retenidos israelíes por fuerza y destrucción de HAMAS— aprieta ahora al primer ministro.
El jefe de la oposición israelí, Yair Lapid, a su vez, ha reclamado también la dimisión de Netanyahu, pidiendo que el primer ministro y su gabinete asuman la responsabilidad total del desastre del 7-O.
Hasta el momento Netanyahu se ha negado a poner en marcha una comisión de investigación para determinar qué falló el 7-O, ya que el resultado de la pesquisa podría mostrarle a él mismo como el máximo responsable político de Israel en el fracaso de seguridad más estrepitoso de su historia.
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