EE.UU. anunció el miércoles su plan para imponer desde el próximo 18 de octubre un arancel del 10 % a los aviones del bloque europeo y un arancel del 25 % a sus productos agrícolas.
La medida fue adoptada luego de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) autorizase al país norteamericano a imponer aranceles por 7500 millones de dólares a bienes y servicios de la UE durante un año, en represalia por las ayudas recibidas por Airbus de varios países europeos.
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El ministro de Exteriores de Alemania, Heiko Maas, ha criticado hoy viernes la decisión de Washington de no esforzarse por alcanzar una solución del problema por una vía amistosa, y optar por el camino de la confrontación.
“Creemos que está mal, porque es un precio que los trabajadores y los consumidores van a pagar a ambos lados del Atlántico”, ha señalado.
Ante esta situación, el ministro germano ha urgido a la Unión Europea a tomar lo antes posible las medidas de represalia, entre ellas imponer aranceles punitivos, después de obtener la aprobación de la OMC.
Según el estatuto de la organización, la UE no puede imponer contramedidas en respuesta a la resolución que avaló la decisión de EE.UU., pero otro caso puede permitirle imponer sus propios aranceles.
Creemos que está mal, porque es un precio que los trabajadores y los consumidores van a pagar a ambos lados del Atlántico”, ha indicado el ministro de Exteriores de Alemania, Heiko Maas, tras la decisión de EE.UU. de imponer aranceles a bienes y servicios de la Unión Europea.
Pese a esto, Mass ha subrayado que Europa aboga por negociar con EE.UU. para recurrir a reglas comunes en cuanto a la industria aeronáutica mientras ha invitado a no dañar más la economía mundial, ya que a su juicio “un comercio abierto y equitativo beneficia a todos”.
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Entre tanto, el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, advirtió el jueves que si la Administración estadounidense rechaza la mano que ha ofrecido Francia y la Unión Europea, los europeos están preparando para reaccionar con sanciones.
Washington ya había amenazado con tomar las medidas que creyera oportunas para responder a los subsidios que, según afirmó, algunos gobiernos europeos concedieron a la aeronáutica Airbus, competidora directa de la norteamericana Boeing, causando unos eventuales daños a la economía norteamericana en 11 200 millones de dólares anuales.
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Esta nueva escalada podría dar lugar al estallido de una guerra comercial entre EE.UU. y la UE, que junto a las tensiones económicas de Washington con China, socavaría aún más el crecimiento económico.
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