“Los planes de los EAU son muy claros; llegaron a Yemen para implementar los proyectos de los sionistas”, así indicó el presidente del Comité Supremo Revolucionario de Yemen, Muhamad Ali al-Houthi, en unas declaraciones ofrecidas el lunes en el programa de ‘Leqa Al-Youm’, de la cadena catarí Al-Jazeera.
El funcionario yemení ha denunciado, de este modo, el reciente pacto alcanzado entre Israel y los EAU para normalizar sus relaciones, para después destacar que esta medida revela cómo ciertos países árabes están en servicio del régimen de ocupación.
Al-Houthi, además, ha repudiado que Emiratos, como uno de los principales países que apoyan a Arabia Saudí en su agresión militar contra Yemen, haya socavado “internacionalmente” todos los acuerdos alcanzados para establecer la paz y la seguridad en el país devastado por la guerra.
El también alto miembro del movimiento popular Ansarolá aseguró que Yemen utilizará todos los medios de disuasión para contrarrestar la agresión militar contra su país, resaltando que “la guerra continúa y nunca se detendrá”, a menos que los EAU y Arabia Saudí dejen de atacar al pueblo” yemení.
Los EAU ofrecen de momento un respaldo logístico y militar a los milicianos del llamado Consejo de Transición del Sur (STC, por sus siglas en inglés), quienes controlan, junto con los mercenarios de Arabia Saudí, las partes meridionales de Yemen.
Los emiratíes acordaron establecer relaciones con Israel, pese a las advertencias de larga data de las autoridades palestinas contra cualquier acercamiento al régimen de Tel Aviv. De hecho, Abu Dabi optó por hacer públicas sus relaciones secretas de hace años con Israel.
El pacto EAU-Israel ha sido condenado enérgicamente tanto por los palestinos como muchos países de la región. El Consejo Político Supremo de Yemen calificó la medida de “una traición a la nación islámica y la causa palestina y pidió a otros países árabes que corten sus lazos comerciales con Abu Dabi.
En esta misma línea, miles de personas en el sur de Yemen, enarbolando banderas de Palestina, salieron el domingo a las calles para repudiar cualquier intento por normalizar las relaciones con el régimen sionista.
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