Las fuerzas saudíes bombardearon el pasado viernes el distrito de Al-Maslub, en la provincia de Al-Yauf en el norte de Yemen, provocando la muerte de al menos 35 personas —entre ellas 26 niños— y dejando heridos a otros 23, incluidos 18 menores, ha informado este martes el Ministerio de salud yemení.
La Cartera yemení ha pedido a la comunidad internacional y organizaciones mundiales que alcen la voz para condenar y denunciar los crímenes llevados a cabo por Riad y sus aliados en Yemen.
La televisión estatal yemení Al Masirah ha publicado esta misma jornada un vídeo de la brutal agresión de Arabia Saudí, en el que se ve cómo los lugareños sacan los cuerpos sin vida de los niños de entre los escombros después del ataque.
La grabación, del mismo modo, muestra a varios yemeníes que denuncian las agresiones estadounidense-saudíes contra su país y que han prometido una respuesta a los actos de violencia de esos dos aliados.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó el ataque, tachándolo de una “tragedia” y una medida “no justificada”.
Los bombardeos sucedieron horas después que el Ejército yemení abatiera un avión tipo Tornado de las fuerzas “enemigas” que operan bajo la llamada coalición saudí en Al-Yauf.
El Movimiento popular yemení Ansarolá señaló que cuando la llamada coalición liderada por Arabia Saudí recibe golpes duros en el campo de batalla, recurre a atacar brutalmente a los civiles.
De hecho, en las fechas recientes, las fuerzas del Ejército yemení y Ansarolá han conseguido grandes avances ante las fuerzas agresoras y sus mercenarios, en el marco de una operación, bautizada como “Bonyan al-Marsus”, en particular en las provincias de Marib (centro), Al-Yauf y Saná.
Además, los yemeníes siguen abatiendo aeronaves de los enemigos, lo que demuestra que, tras seis años de conflicto, han mejorado su defensa aérea y cambiado el equilibrio de la guerra.
Yemen ha sido devastada y sumergida en caos desde 2015, cuando una llamada coalición militar liderada por Arabia Saudí lanzó una campaña aérea en este país, el cual ya ha dejado más de 140 000 yemeníes muertos y heridos.
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