• Ministro dimitido de Exteriores de Yemen, Riad Yasin
Publicada: jueves, 2 de abril de 2015 8:42

El ministro dimitido de Exteriores de Yemen, Riad Yasin, reconoció el miércoles que el exdictador Ali Abdolá Saleh es el principal problema del país árabe y no el movimiento popular Ansarolá.

El desafío esencial de Yemen no es Ansarolá que tiene bajo su control la mayor parte del territorio, sino se trata de Ali Abdolá Saleh, quien tiene bajo su mando las fuerzas más entrenadas y equipadas.

El ministro dimitido de Exteriores de Yemen, Riad Yasin, reconoció el miércoles que el exdictador Ali Abdolá Saleh es el principal problema del país árabe y no el movimiento popular Ansarolá.

“El desafío esencial de Yemen no es Ansarolá que tiene bajo su control la mayor parte del territorio, sino se trata de Ali Abdolá Saleh, quien tiene bajo su mando las fuerzas más entrenadas y equipadas”, apostilló el excanciller yemení en una entrevista concedida a la agencia de noticias británica Reuters.

En sus declaraciones aseveró que el expresidente derrocado y su familia no pintan nada en el futuro de Yemen, pero los miembros de Ansarolá si abandonan sus armas, podrían jugar un papel destacado en el país.

Yasin, en referencia a su petición a Arabia Saudí de desplegar “tan pronto como sea posible” tropas terrestres en Yemen, alegó que solamente Riad tiene la potestad de decidir sobre esta propuesta.

En este contexto, el portavoz de las fuerzas armadas saudíes, el general Ahmad al-Aasiri, indicó el martes que “podría haber una operación limitada por tierra, en zonas específicas, en momentos específicos”, pero negó que la operación saudí denominada ‘Tormenta Decisiva’ se vaya a “convertir automáticamente en una operación terrestre”.

Desde el 26 de marzo Arabia Saudí y varios países árabes comenzaron una campaña bélica contra Yemen para tratar de restituir al dimitido presidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi, quien asumió el poder luego de que las protestas populares en este país árabe motivaran el derrocamiento de Ali Abdolá Saleh.

Durante el curso de la aventura militar saudí cerca de 150 personas, entre ellas 62 niños, han perdido la vida y se reportan alrededor de 400 heridos. Además, han sido destruidos varias casas y complejos residenciales en uno de los países más pobres del mundo.

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