• Fuerzas del movimiento popular yemení Ansarolá en Saná, la capital de Yemen.
Publicada: martes, 31 de marzo de 2015 22:24
Actualizada: sábado, 1 de octubre de 2016 8:28

Los combatientes del movimiento popular Ansarolá han tomado el control de una base militar junto a las costas del mar Rojo, en el estratégico estrecho de Bab el-Mandeb, Yemen.

“Los soldados de infantería de la Decimoséptima División Blindada del distrito de Dabab —provincia de Taiz — han abierto las puertas a los combatientes de Ansarolá”.

“Los soldados de infantería de la Decimoséptima División Blindada del distrito de Dabab —provincia de Taiz — han abierto las puertas a los combatientes de Ansarolá”, informa la agencia local Yemenakhbar.

El estrecho de Bab el-Mandeb es una de las rutas marítimas más transitadas del mundo, y por su ubicación, cerca de los ricos pozos petroleros del Oriente Medio, cuenta con una importancia estratégica.

Arabia Saudí, con una economía basada en el petróleo, después del estrecho de Ormuz (sur de Irán), exporta la mayor parte de su crudo a través de Bab el-Mandeb. Además la navegación a través del canal de Suez de Egipto depende directamente de este estrecho.

Ante esta victoria estratégica de Ansarolá, la cadena saudí Alarabiya informa durante esta misma jornada de que las fuerzas navales de Arabia Saudí se han desplegado en el sur del mar Rojo y en el Golfo de Adén para restaurar la seguridad, aunque no sea más que un pretexto.

El lunes, al menos 40 personas perdieron la vida en un campo de refugiados de la provincia yemení de Haya (noroeste) como consecuencia de la arremetida más mortífera de los aviones saudíes desde el inicio de sus operaciones. Asimismo, 200 personas resultaron heridas, decenas de ellas de gravedad, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Cerca de 150 personas han muerto y alrededor de 400 han resultado heridas desde el día 26 de marzo, cuando Arabia Saudí y sus aliados, con la luz verde de EE.UU., iniciaron sus ataques aéreos a Yemen.

El Observatorio de Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés) advirtió a Arabia Saudí de que no utilizara bombas de racimo en su invasión a Yemen, haciendo referencia a los ataques de Riad al territorio yemení en 2009.

Existen pruebas fidedignas de que Arabia Saudí utilizó bombas de racimo en sus ofensivas contra los integrantes del movimiento popular Ansarolá en la provincia yemení de Saada en noviembre de 2009.

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