Durante la marcha pacífica de “Black Lives Matter” (La vida de los negros importa) que se llevó a cabo el sábado en París, la capital de Francia, los indignados condenaron la brutalidad policial en casos como del afroamericano George Floyd en EE.UU.; sin embargo, la Policía antidisturbios disparó gases lacrimógenos y balas de goma contra una gran parte de los manifestantes.
La marcha en París fue dirigida por partidarios de Adama Traore, un hombre francés de raza negra que murió bajo custodia policial en 2016.
La hermana de Adama Traore, víctima de la brutalidad policial, en unas palabras dirigidas a los manifestantes, afirmó que la muerte de Floyd resuena directamente con la muerte de su hermano. “Lo que ocurre en Estados Unidos pasa también en Francia. Nuestros hermanos están muriendo (...) Todos exigimos lo mismo: justicia para todos”, declaró.
La indignación generada por la muerte de George Floyd el 25 de mayo ha tenido eco en Francia, sobre todo en los suburbios más desfavorecidos, donde los activistas dicen que las acusaciones de trato brutal por parte de la policía a residentes de ascendencia migrante no suelen ser abordadas.
Varias capitales europeas, como la británica, Londres; la alemana, Berlín; la griega, Atenas y la italiana, Roma, han sido en los últimos días escenario de multitudinarias marchas, donde se escuchan gritos que condenan al unísono tal situación en EE.UU., país que se autoconsidera adalid de los derechos humanos a nivel internacional.
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