“Ni meses de protestas pacíficas, ni llamados de amplios sectores de la sociedad estadounidense y de la comunidad internacional detienen las agresiones racistas de la policía de EE.UU.”, denunció el lunes Jorge Arreaza, en un mensaje en su cuenta de Twitter, la violencia policial contra los afrodescendientes en Estados Unidos.
Las declaraciones de Arreaza se producen después de la divulgación de un vídeo en las redes sociales que muestra cómo un agente de la Policía dispara 7 veces a un afroamericano, identificado como Jacob Blake, que iba desarmado en las cercanías de su coche en la localidad de Kenosha, en el estado de Wisconsin.
En este sentido, el jefe de la Diplomacia venezolana condenó el “ajusticiamiento extrajudicial” en este estado por parte de la Policía estadounidense.
Después del incidente, los ciudadanos norteamericanos salieron a las calles para mostrar su indignación contra este nuevo caso de brutalidad policial, mientras algunos se dirigieron a la estación de Policía para exigir que el caso no quede impune.
Las ciudades estadounidenses han sido en los últimos meses escenarios de protestas antirracistas tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco.
La violencia policial en Estado Unidos, que es la sexta causa de muerte entre los jóvenes afrodescendientes, ha causado críticas de diferentes organizaciones de derechos civiles.
Los expertos opinan que el hecho expone la brecha creada en el sistema inherentemente racista, asegurando que el aumento de la violencia racial en EE.UU. en los últimos años se debe a las políticas racistas del presidente Donald Trump.
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