“Queridos compañeros y compañeras cumplo con informar que luego de realizarme las pruebas correspondientes he resultado positivo en la COVID-19, desde ya me encuentro aislado cumpliendo el tratamiento indicado”, indicó Cabello, considerado el número dos del chavismo, mediante un mensaje publicado el jueves en su cuenta de la red social Twitter.
Poco antes, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, había informado del resultado de test del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, de Cabello, mientras aseguraba tener confianza en que el constituyente chavista saldrá de esta enfermedad con su fortaleza.
“Vamos a enfrentar este trance con fortaleza. Venezuela está contigo Diosdado. Estoy seguro que más temprano que tarde seguirás al frente de las batallas que tenemos que dar al frente de la Asamblea Nacional Constituyente y del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)”, subrayó el mandatario venezolano.
En esta misma línea, Maduro volvió a llamar a la gente a cumplir con el distanciamiento social y cuidarse mucho. “El virus existe y llega a cualquiera”, aseveró.
Omar Prieto, el gobernador de Zulia, el estado más afectado en Venezuela por el nuevo coronavirus, ha confirmado también que tiene la COVID-19. “Informo que luego de someterme a prueba PCR de #COVID-19 en tiempo real, he resultado +. Es el riesgo que, al igual, asumen nuestros médicos, enfermeros, bomberos. Estamos en batalla y estable”, tuiteó el jueves.
La COVID-19 ha contagiado a cerca de 8300 personas en Venezuela, de las cuales, 80 han fallecido y unos 2500 se han recuperado de la enfermedad, según informaron el jueves las autoridades.
El Gobierno venezolano ha gestionado de manera ejemplar la crisis sanitaria provocada por el nuevo coronavirus a pesar de estar sujeto a una férrea campaña de sanciones de Estados Unidos. Un reciente sondeo mostró que el 85 % del pueblo venezolano respalda las decisiones y políticas aplicadas por Maduro para frenar la propagación de la COVID-19.
Las autoridades venezolanas tachan las medidas coercitivas unilaterales de EE.UU. de un crimen de lesa humanidad directa contra su pueblo. Asimismo, reprueban que Washington esté practicando un “terrorismo económico” contra el país caribeño para generar descontento entre la población y forzar un golpe de Estado contra el legítimo presidente del país.
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