Arreaza aseguró el martes durante una rueda de prensa ofrecida en la embajada de Venezuela en Santiago (capital chilena), que su país va por el “camino correcto”, en respuesta a los comentarios de Piñera quien afirmó el lunes que se harían “todos los esfuerzos para lograr que Venezuela recupere su libertad”.
El canciller venezolano recordó que Piñera fue “elegido por el 27 % del padrón electoral”, una realidad que, bajo su criterio, contrasta con “el 54 % de los votos” que obtuvo la “revolución (bolivariana)” durante las últimas elecciones presidenciales.
Añadió que tampoco han dicho que “falta democracia en Chile” porque “no hay acceso a la vivienda”, tengan problemas con las pensiones o porque los “derechos sociales se han privatizado”, al tiempo que indicó, con tono irónico, que ojalá no terminen “por privatizar también el oxígeno”.
Sin embargo, Arreaza se mostró “alegre” por la reivindicación que realizó Piñera de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Para el funcionario venezolano, esta es una buena noticia, ya que “lamentablemente” la Unasur está “menguada y fuera de juego”, sin ninguna “proyección o dinamismo” desde que el organismo está bajo la presidencia rotatoria del presidente argentino, Mauricio Macri.
(Se harán) todos los esfuerzos para lograr que Venezuela recupere su libertad”, declaró el electo presidente de Chile, Sebastián Piñera.
El canciller se refirió también a la reunión del Grupo de Lima en Santiago, al que calificó como “Grupo de Washington”, por estar bajo el “control” del Gobierno de los Estados Unidos.
Esa misma consideración le valió para referirse a la Unión Europea (UE), a la cual considera bajo el control de los norteamericanos, desde que este lunes el bloque aprobara un paquete de sanciones contra siete altos cargos del Gobierno de Nicolás Maduro.
En este sentido, explicó que las sanciones llegan en el peor momento, cuando la Administración de Maduro mantiene reuniones de diálogo con la oposición venezolana en República Dominicana.
Bajo su criterio, estas medidas “no promueven el diálogo” como quiere hacer creer la UE, sino que lo que buscan es que el Gobierno de Nicolás Maduro “se retire”, ya que solo desean “violencia y volver a la guarimba terrorista”.
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