• Un helicóptero estadounidense destruido tras atraparse en la tormenta de arena en Tabas (centro de Irán), abril de 1980.
Publicada: sábado, 26 de abril de 2025 11:01

Han transcurrido 45 años desde el estrepitoso fracaso histórico de la operación militar de EE.UU. ‘Garra de Águila’ contra la recién establecida República Islámica.

El 25 de abril de 1980, un año después de la victoria de la Revolución Islámica, Washington puso en marcha la llamada operación ‘Garra de Águila’, para liberar a un grupo de diplomáticos estadounidenses detenidos por cargos de espionaje durante el asalto de varios estudiantes revolucionarios iraníes a la embajada estadounidense, más conocida como el “nido de espionaje”.

Asimismo, la compleja y secreta operación, apoyada por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés), tenía la intención no solo de bombardear centros vitales de Irán, sino también de asesinar a figuras clave del Sistema de la República Islámica, y posteriormente establecer un gobierno dependiente a EE.UU. en Irán.

Un total de 90 efectivos del Ejército norteamericano, en seis aviones C-130 Hércules y ocho helicópteros militares, estaban encargados de llevar a cabo la operación que fracasó gracias a una tormenta de arena en el desierto central iraní de Tabas.

 

Tras una explosión de las aeronaves en la que murieron ocho soldados, las fuerzas norteamericanas abandonaron los restantes aparatos y huyeron del país persa.

El fracaso humillante de la operación militar estadounidense en el desierto de Tabas está registrado en el calendario iraní como un símbolo de resistencia y asistencia divina a una nación que luchó por preservar su independencia y libertad de las potencias occidentales, encabezadas por Estados Unidos.

Este acontecimiento ocupa un lugar especial en la historia contemporánea llena de altibajos de la República Islámica, ya que no solo representa una operación militar fallida, sino también una manifestación del colapso del orgullo y la hegemonía de una superpotencia que se consideraba “invencible”.

El incidente de Tabas en la literatura política de Irán se convirtió en un símbolo del ‘fin de la era del dominio estadounidense’; un momento en el que ni misiles, ni helicópteros, ni planes de espionaje ni equipos avanzados pudieron imponerse ante la determinación de una nación, y que, según palabras de los propios estadounidenses, terminó en un completo desastre.

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