Desierto de Karbala, en el actual Irak, año 680. Aquí tuvo lugar una batalla desigual pero épica entre el nieto del Profeta del Islam, el Hazrat Muhamad (la paz sea con él), acompañado por 72 de sus seguidores y familiares, y el ejército de miles de hombres del entonces califa omeya Yazid.
En el décimo día de la batalla, en el Día de Ashura, el Imam Husein (la paz sea con él), sus hermanos e hijos fueron martirizados y sus esposas e hijas, secuestradas y esclavizadas. El Imam Husein prefirió la muerte a aceptar la tiranía.
Karbala, hoy
Millones de fieles, procedentes de todos los rincones del mundo, se reúnen en el mausoleo del Imam Husein, conmemorando su épico sacrificio, considerado como un ejemplo sin par de búsqueda de la libertad.
A lo largo y ancho de Irán, los fieles realizan ceremonias religiosas y de luto por el Imam Husein y su familia.
En otros países musulmanes, e incluso no musulmanes, en los cinco continentes, también se lloran los trágicos sucesos de Ashura.
La rememoración de Ashura no consiste en la mera evocación de recuerdos, sucesos y relatos solamente, sino que su objetivo principal es la explicación y aclaración de ese suceso de tanta y extrema importancia, el cual tiene innumerables dimensiones y aspectos que han dejado huellas profundas en la vida de la comunidad islámica a lo largo de la historia.
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