Según el sondeo del canal 12 de la televisión israelí publicado el miércoles solo el 31 % ha respondido que el primer ministro debería permanecer en el cargo.
Al mismo tiempo, el 75 % está a favor de crear una comisión para investigar las causas de la operación del 7 de octubre, lanzada por el Movimiento de Resistencia Islámcia de Palestina (HAMAS), que desencadenó la guerra en Gaza y el conflicto con el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
Además, los resultados de la encuesta mostraron que si se celebraran elecciones hoy, la coalición gobernante no obtendría el número suficiente de escaños para formar un nuevo gobierno, mientras que los partidos de oposición podrían asegurar una mayoría parlamentaria.
En otra parte, la oposición israelí, que criticó anteriormente el fracaso del régimen en alcanzar los objetivos declarados de la guerra —es decir, la liberación de retenidos israelíes por fuerza y destrucción de HAMAS— presiona ahora al primer ministro.
El jefe de la oposición israelí, Yair Lapid, a su vez, ha reclamado también la dimisión de Netanyahu, pidiendo que el primer ministro y su gabinete asuman la responsabilidad total del desastre del 7-O.
Hasta el momento, Netanyahu se ha negado a poner en marcha una comisión de investigación para determinar qué falló el 7-O, ya que el resultado de la pesquisa podría mostrarle a él mismo como el máximo responsable político de Israel en el fracaso de seguridad más estrepitoso de su historia.
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