Se trata de intentos impulsados de forma “silenciosa” a través de reuniones de líderes de Oriente Medio con el presidente ruso, Vladimir Putin, con el propósito de convencer a Moscú para limitar la permanencia en el poder de Al-Asad, sostiene una publicación del miércoles del periódico estadounidense Wall Street Journal (WSJ).
Arabia Saudí, en particular, ha cabildeado en el Kremlin contra el respaldo a Al-Asad a largo plazo”, así como contra su postura respecto a Irán, “su aliado más cercano en la región”, subraya el reporte de WSJ.
Irán es un obstáculo para estos esfuerzos por su posición pro Al-Asad, valoran los diplomáticos, cuyos nombres no han sido revelados por el diario, y que afirman que Putin ha mantenido en las recientes semanas varias reuniones con autoridades de Arabia Saudí, de Emiratos Árabes Unidos y del régimen de Israel.
“Arabia Saudí, en particular, ha cabildeado en el Kremlin contra el respaldo a Al-Asad a largo plazo” así como contra su postura respecto a Irán, “su aliado más cercano en la región”, subraya el reporte.
Aun así, las autoridades estadounidenses, europeas y árabes “se mantienen cautelosas” sobre la voluntad de Putin de distanciarse de Teherán y Damasco. Como prueba de ello, WSJ menciona declaraciones recientes del ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, en las cuales rechazaba la imposición de la salida del poder de Al-Asad como condición previa de una solución al conflicto sirio.
Representantes de 17 países, además de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Unión Europea (UE), mantuvieron el pasado 30 de octubre conversaciones en Viena (Austria) para encontrar una salida a la situación de Siria. En una segunda ronda participó también la Liga Árabe (LA).
Ahora se espera, para el próximo mes de diciembre, el inicio de un nuevo ciclo de diálogos sobre el mismo tema, con el que Washington y Moscú buscan que se establezca en Siria un alto el fuego formal entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados, señala WSJ.
“Dependerá mucho de hacia dónde van los rusos de acuerdo a sus propios intereses”, añade.
Hasta el momento, tanto las autoridades iraníes como las rusas han mostrado una gran tendencia hacia una mayor cooperación bilateral en distintos terrenos. Rusia incluso ha firmado con Irán un contrato para la entrega de baterías del sistema de defensa antiaérea S-300.
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