“No abandoné el país de manera planificada como se rumoreaba, ni lo hice durante las últimas horas de las batallas”, ha destacado Al-Asad, mediante un comunicado publicado este lunes en la cuenta de la Presidencia siria.
Al-Asad ha remarcado que “permaneció en Damasco cumpliendo con su responsabilidad hasta las primeras horas de la mañana del domingo”.
El expresidente sirio ha detallado cómo acaeció aquel 8 de diciembre. “Con la expansión del terrorismo en Damasco, me trasladé, en coordinación con amigos rusos, a Latakia para dar seguimiento a las hostilidades desde allí, y después de trasladarme a Hmeimim, quedó claro que las fuerzas se habían retirado de todas las líneas de batalla y las últimas posiciones del Ejército habían caído”.
Con el deterioro de la situación sobre el terreno y la escalada del ataque con drones a la propia base rusa, y ante la imposibilidad de abandonar la base en cualquier dirección, ha añadido, Moscú pidió a los dirigentes de la base que trabajaran en una evacuación inmediata a Rusia el domingo por la tarde, es decir, el día después de la caída de Damasco.
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Asimismo, Al-Asad ha reiterado que, durante esos hechos, ni él ni ninguna parte planteó el tema del asilo o la renuncia, y la opción presentada fue la de seguir luchando contra el ataque terrorista.
“Fui quien no abandonó su país durante los años más difíciles de la guerra y continué enfrentando a los terroristas con su familia y su nación bajo los bombardeos y la repetida amenaza de que los terroristas ingresaran a la capital durante los 14 años de la guerra. La persona que no dejó la resistencia no siria en Palestina ni el Líbano y no traicionó a los aliados que lo apoyaron”, ha expresado.
En la misma línea, el expresidente de Siria ha subrayado que él nunca fue de los que buscaban un cargo a nivel personal, más bien se consideraba dueño de un proyecto de nación que recibía el apoyo de un pueblo que creía en él, y llevaba certeza en la voluntad de ese pueblo y en su capacidad, de preservar su Estado y defender sus instituciones y opciones hasta el último momento.
“Con la caída del Estado a manos del terrorismo y la pérdida de la capacidad de ofrecer cualquier cosa, la posición se vuelve vacía y sin sentido, y no tiene sentido para el funcionario del Estado permanecer en él, y esto no significa en modo alguno abandonar la auténtica afiliación nacional a Siria y su pueblo, una afiliación fija que no lo cambia una posición o una circunstancia, una afiliación llena de esperanza de que Siria volverá a ser libre e independiente”, ha enfatizado.
El Gobierno del presidente sirio cayó la madrugada del 8 de diciembre después de que grupos armados liderados por Hayat Tahrir al-Sham (HTS) capturaran la capital, Damasco.
Posteriormente, el ejército israelí tomó el control de la zona de amortiguamiento en los altos del Golán, poco después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunciara la ruptura de un acuerdo de retirada supervisado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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