El informe, compartido por los comandantes sobre el terreno, ha conducido a los oficiales estadounidenses hacia la conclusión de que los aviones de guerra rusos han golpeado deliberadamente durante días a los “rebeldes” apoyados por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, por sus siglas en inglés), informó el lunes el diario Wall Street Journal (WSJ).
La Administración del presidente Barack Obama ya ha puesto manos a la obra y sus expertos debaten cómo podrían recurrir a la ayuda de las fuerzas subsidiarias de Washington sin correr el riesgo de involucrarse directamente en el conflicto, agrega el rotativo.
Para los funcionarios estadounidenses, las acciones de Rusia suponen un reto a las políticas de Obama en cuanto a Siria.
“En el primer día, puedes decir que fue solo un error”, dijo un alto funcionario norteamericano citado por WSJ en referencia a los ataques rusos a los puestos de los insurgentes para luego agregar: “pero en el tercer y cuarto día, no queda duda de que es intencional. Ellos saben lo que golpean”.

Los círculos cercanos a Obama creen que la ofensiva rusa a las fuerzas aliadas de Estados Unidos en Siria tiene por objeto apuntalar el Gobierno del presidente Bashar al-Asad y enviar un mensaje a la Casa Blanca.
La política rusa de apoyar al Gobierno sirio choca con la de Estados Unidos en buscar la salida del mandatario Al-Asad.
El pasado 30 de septiembre, Moscú lanzó una operación en Siria contra el EIIL (Daesh, en árabe) y otros grupos terroristas tras reforzar su presencia militar en el país árabe con el despliegue de aviones y tanques en una base aérea en la ciudad portuaria de Latakia (oeste).
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