Los aviones de combate de las Fuerzas Aeroespaciales rusas, han atacado este domingo un campamento perteneciente a los terroristas del llamado Partido Islámico de Turkistán (TIP, por sus siglas en inglés), después de que los aviones de reconocimiento detectaran la entrada de vehículos cargados de armas y combatientes de este grupo terrorista a Idlib.
El campo de entrenamiento del grupo terrorista y sus equipos militares se destruyeron por ocho incursiones aéreas con misiles, mientras que al menos 35 miembros de la banda murieron o resultaron heridas.
Este ataque se produce después de que las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia confirmaron el miércoles la transferencia de cazas adicionales a la base aérea de Qamishli, en la provincia siria de Al-Hasaka (noreste), para advertir al Gobierno turco, presidido por Recep Tayyip Erdogan, que tiene la intención de enviar más tropas a Siria.
Moscú ha desplegado gran número de fuerzas militares y avanzados equipos militares en sus bases en Siria, desde donde lanza ataques aéreos contra las agrupaciones extremistas.
La contribución rusa a la lucha contra el terrorismo en Siria ha dado resultados muy provechosos, pues tras varios años de conflicto, el Ejército de Damasco ya controla más del 90 por ciento del suelo sirio y está a punto de alcanzar la victoria final.
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